"Así, mansa, de pie sobre el tablado / propio Requiem, sin saberlo, cantabas / en noche negra que sin luna había’ reza uno de los versos del soneto que el organista Oscar Rodríguez Castillo escribió para Florencia Fabris; la soprano cuya muerte -a los 38 años de edad- impactó a los sanjuaninos, ya que ocurrió poco después de una descompensación que sufrió mientras entonaba el Requiem de Verdi, en el Auditorio Juan Victoria. Cumplido el primer año desde su partida, músicos y cantantes realizarán un recital recordatorio, esta noche a las 21, en esta sala donde actuó por primera y última vez.

Susana Téllez (soprano), Gabriel Arce (tenor) Ricardo Elizondo (tenor), Alexander Suzuk (violín), Oscar Rodríguez Castillo (órgano) y el Coro vocacional de la UNSJ dirigido por José Domingo Petracchini interpretarán un concierto en dos partes, donde se escucharán arias de óperas -incluida la del Réquiem de Verdi, que marcó su despedida-; Variaciones trágicas para órgano de Franz Liszt, Elegía para violín y órgano de Gabriel von Rheinberger, y dos piezas corales: Liberame Domine, de Antonio Rincón; y Cristo es Resurrecto, de J.S. Bach.

Diplomada en el conservatorio de Santa Cecilia en Roma y con Maestría en el Colón, la soprano -que protagonizó roles principales en el país y el extranjero- había llegado desde Buenos Aires para interpretar el Réquiem de Verdi en el Auditorio Juan Victoria, ambas experiencias por primera vez. Fue hacia el final del concierto-tributo a Juan Argentino Petracchini, en la parte que le correspondía de solista, coro y orquesta, que comenzó a sentirse mal (se lo manifestó a su compañera Romina Pedrozo) y terminó la obra sentada. Al terminar el concierto, Fabris -mamá de dos niños- fue llevada a una clínica donde le diagnosticaron el ACV y después trasladada a Mendoza, donde fue operada. Según se informó, salió bien de la cirugía, pero otro derrame terminó con su vida.