"Vuelve Charly García, este jueves Teatro Coliseo. Desde mañana en boletería del teatro" escribió el productor José Palazzo en su cuenta de Twitter. El anuncio transformó al martes feriado. La respuesta del público fue contundente: en media hora se agotaron.

Y llegó el día. La sensación indescriptible que genera verlo en acción. Charly García apareció en escena junto a su banda, Zorrito Von Quintiero, en los teclados, Rosario Ortega, en los coros, y los chilenos Kiuge Hayashida, en guitarra eléctrica, y Toño Silva,en batería, a las 20.45. El Coliseo estalló. La Torre de Tesla -así se llamó el show- ubicada en el fondo no paró de emitir señales que emocionaron a todos. Una hora y media cargada de buena música. Los sentidos a flor de piel.

Charly en su estado natural, sentado en un sillón y rodeado de teclados. Se lo vio feliz. Este ganador de mil batallas invitó a las 1.700 personas que estaban en el teatro a un viaje fantástico, nostálgico para muchos, pero con un presente firme. Una noche, que desde el primer segundo, se presentó como histórica.

El arranque fue tremendo con "Instituciones", canción de la época de Sui Generis. Sin respiro, el artista tocó algunos de los temas de su último disco, Random, como "La máquina de ser feliz", "Lluvia", "Otro", "Rivalidad" y "No importa". No faltaron esos clásicos que marcaron su carrera solista como "Rezo por vos", "Reloj de plastilina", "Yendo de la cama al living" (que dedicó al ingeniero e inventor Nikola Tesla), "Me siento mucho mejor", "Promesas sobre el bidet" y "Nos siguen pegando abajo (Pecado Mortal)" entre otras.

Promediando el show, Charly preguntó si el público la estaba pasando bien. El teatro estalló. El músico agradeció las muestras de cariño. Después de una enérgica versión de "Demoliendo hoteles", llegó un descanso. El regreso fue emotivo con "Los Dinosaurios" con imágenes de la dictadura en las pantallas gigantes. El final fue con "Fanky" con todos los fans bailando.