Tonio & Ricardo. Los Cárdenas. Los chilenos… todos valen, pero la gente los conoce como Los Choricitos, nombre que tomaron del abuelo paterno, también payaso. El hijo -39 años, cuarta generación de artistas circenses y técnico electromecánico, oficio que también ejerce en el circo- pasó por varias carpas y hace más de una década recaló en el Rodas, donde volvió a reunirse con su padre, que integra la troupe hace un año y medio. Compañeros, juntos hacen reír a chicos y grandes, una alianza que los enorgullece.
"Mis hijos todos estudiaron en Chile. Tengo cuatro que son profesionales, pero ninguno ejerció… no pudieron despegarse del circo. Uno siempre quiere algo más estable para ellos, pero el circo tira más", cuenta Tonio, que también fue músico y capataz, y que recuerda que desde chiquito Ricardo "ya salía a molestar a la pista, era muy habilidoso y la gente se reía".
"Siempre lo admiré muchísimo. Ese payaso que todos los nenes querían era mi papá y eso me ponía muy orgulloso. Y quería imitarlo", rememora Ricardo, para quien trabajar con Tonio le dio una ventaja: conocer todos los códigos del oficio.
"Hoy mi admiración sigue intacta. Lo miro y me da mucha ternura… Pero cuando salgo a la pista, siento ese apoyo… siento que atrás mío hay alguien que la tiene clarísima", se emociona Ricardo. Y también papá.