El 2×4 se multiplica por 6. Es que el porteño Sexteto Milonguero, se presentará el 10 de abril a las 22 en el Foyer Norte del Auditorio Juan Victoria y despuntará un espectáculo musical para todos los amantes del género arrabalero. El show incluye la participación local del Ballet San Juan Nuestro Tiempo -dirigido por Gerardo Lecich-, y los músicos Claudio Rojas y Rolando García Gómez. El encuentro es a beneficio de la Fundación "Fundame" (Ayuda al niño con cáncer) y permitirá disfrutar de un conjunto que triunfa en todo el mundo. El Sexteto Milonguero, fue creado en 2006 por el cantor Javier Di Ciriaco y con el deseo de representar la música característica de las milongas. La agrupación está integrada por dos violines (Marisol Canessa y Mariano Laplume), dos bandoneones (Diego Braconi y Mauricio Jost), Piano (Gervasio Ledesma), contrabajo (Cristian Sepúlveda) y cantor (Javier Di Ciriaco). El repertorio del grupo abarca temas de diferentes orquestas de la década del 40 como "Yo soy el tango", "El yacaré", "Café Domínguez" o "Romance de Barrio" y dilucida las producciones Pa’ que bailen y Sexteto Milonguero "7". Así, el grupo logró darle su propia identidad a estos grandes clásicos y se convirtió en una de las orquestas de tango más difundidas en las radios argentinas. Espalda exitosa que los trasladó a intermitentes milongas (Salón Canning, La Ideal, La Viruta), festivales en Argentina (Fiesta Nacional del Inmigrante en Misiones y El Festival de Tango 2009), giras por Latinoamérica (Venezuela, Chile y Brasil) y varias por Europa (Alemania, Italia, Inglaterra y Suecia, entre otros países). La sangre joven del conjunto (rondan los 30 años), demuestra que la esencia tanguera no es excluyente de las décadas pasadas y reproduce -con temple bastante fidedigno- el sentimiento que construyó la época de oro del tango. Sobre todo, invita al espectador a revivir esa gloriosa era musical, aquella que presumía milongas con galope de gente (con afluencia de casi 3 mil personas) y músicos con hasta 10 orquestas paralelas -y cuando ser músico era mejor que cualquier otra profesión-. En definitiva, el Sexteto propone articular placeres populares y fecunda vibra sonora -con bandoneones de exportación y botones altruistas-.