FOTO Gentileza Peco Tejada

En su salsa. Rodeado de obras, Ferreyra sostiene "La manteada', que será parte de la gran exposición que inaugurará esta noche en Jáchal. 

"Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida... ', canta despacito Marcelo Ferreyra, para explicar -con ese fragmento de la entrañable Canción de las simples cosas, de César Isella y Armando Tejada Gómez- por qué decidió montar su muestra individual más importante en ese Jáchal del que se fue en los "80 para radicarse en Río Negro (antes del regreso a la democracia, por razones laborales y políticas), pero que en definitiva nunca abandonó. Y es que no solo volvió durante los años en que fue Director de Turismo y Cultura (en la gestión de Jorge Barifusa) sino en periódicas visitas, porque si la tierra y la sangre tiran, ni hablar para un jachallero. Y aunque el sur se convirtió en su hogar hace más de cuatro décadas, ni la característica "tonadita norteña' pudieron borrarle el tiempo y la distancia, menos aún la cultura que abrazó en su infancia y juventud, que quedó marcada a fuego en su corazón y que, pasada por su tamiz personal, exterioriza en "Viva Jáchal', motivo de este retorno. Así, como a su primer libro que escribió durante la pandemia, llamó a la exposición plástica que inaugurará hoy en la Sala Santuario Arquidiocesano San José (ver Dato) con el aval de la comuna jachallera, donde presentará unas 40 obras que recorren personajes, costumbres, leyendas, historias y paisajes del departamento.


"Todo lo que hice, todo lo que aprendí, lo que viví se vuelca, se traduce en esta muestra. Los primeros años mamás con todos los poros abiertos lo identitario, lo cultural, que después te acompañan de por vida. Yo, por ejemplo, tuve una infancia muy feliz, donde jugaba toda la siesta en la cuneta, al pie del algarrobo, haciendo formas con el barro o dibujando en la tierra. Nuestros viejos nos dejaban ser, no te llenaban de tareas, jugábamos con mis hermanos, amigos y primos... Me acuerdo que en la casona de mis abuelos Serafín y Mercedes había una pared de adobe con un agujerito y la luz que entraba se proyectaba en otra pared blanca, así que jugábamos afuera y otros veían adentro las imágenes patas para arriba, como el concepto de fotografía (risas), bueno, desarrollábamos la creatividad', relató este hijo de Pampa del Chañar, penúltimo de ocho hermanos, para quien el arte es algo natural en su vida, "tanto como respirar', marcó.


"Podría decir que soy autodidacta, no hice una carrera, pero sí me capacité de manera individual con gente que consideraba que me aportaba. Mi obra no es seriada, es una diversidad cultural. Cada obra tiene su temática, su técnica, son distintas, porque también me aburre mucho pintar una serie de álamos, por ejemplo. Y el sujeto es el ser humano inmerso en un paisaje social, cultural, místico, religioso...', explicó el trasfondo de esos cuadros que cuentan, por ejemplo, "la manteada' que con un jergón se le hacía a las embarazadas para que la criatura se acomodara en su vientre, escena que además emularán en vivo, con una representación teatral que se sumará a la música y a la danza que acompañarán el estreno.

Quienes visiten la muestra podrán llevarse, a modo de souvenir, tarjetas con reproducciones de obras del artista.


"Uso distintas técnicas, como la pintura asfáltica, que es como un alquitrán donde trabajo desde las manchas. Además hay un geometrismo muy propio de los artistas jachalleros, está en los genes esta manía de trabajar la geometría, mezcla del diaguita, capayán, yacampi con el español que llegó acá, que es el castellano', se explayó sobre su producción el técnico en gestión cultural, que desempeñó varios oficios. Amante del dibujo, la pintura y la fotografía, desde su ingreso a la administración pública en Río Negro trabajó como dibujante de planos y mensuras, luego en el área de cultura y también diseñando e ilustrando las cartillas del Plan de Alfabetización; además de desarrollar su veta de muralista callejero y de hacer un suplemento cultural durante 10 años en un diario local. 


"Todo eso está en mi muestra, es un viaje a vuelo de cóndor que hago sobre esta tierra que ha sido tan maltratada tantas veces, aislada en cierta medida por el centralismo de San Juan, pero que sobrevivirá porque es la cultura de lo comunitario, de lo solidario. Es tierra de artistas, de poetas, de cantores, de decidores. Hay muy buenos jóvenes haciendo arte, quizás de forma anónima, pero con mucho compromiso y respeto hacia sí mismos y hacia su cultura. Jáchal es eso, tierra de lucha, de libertad, de historia, de valentía', declaró Ferreyra, que a sus 63 años y cerca de jubilarse, sueña dedicarse de lleno "a hacer lo que tanta pasión y amor me produce, que es el arte'. En ese sentido, manifestó que le gustaría tener un taller en el sur y otro en Jáchal y trabajar medio año en cada lugar. "Dios dirá', suspiró, de momento zambullido en esta exposición que produce junto a su hijo Dionisio y que calificó sin titubeos como "la más importante de mi vida'. ¿Por qué? "Porque es un desafío, me emociona -confesó con la voz quebrada-. Es volver a mi ombligo, a mi raíz'.

 

Para agendar
"Viva Jáchal'. Exposición plástica. Abrirá hoy a las 21 hs en la Sala Santuario Arquidiocesano San José, Jáchal, con participación de artistas invitados: Germán Yanes (músico), Ramón Gómez Mederos (cineasta), Agustina Páez, Juan Díaz y Wilson Díaz (actores). Podrá visitarse hasta el 30 de enero, de lunes a sábado de 10 a 12.30 y de 18 a 21 hs. Gratis.