Fue una hora y veinticinco intensa, impactante, que marcó el regreso, luego de 10 años, a un escenario sanjuanino de una obra considerada monumental y un clásico dentro de la música académica. El Requiem de Giuseppe Verdi permitió tener en escena del Auditorio Juan Victoria a 200 personas, entre coreutas, músicos y solistas, que bajo la batuta del director alemán Bernhard Wulff brindaron el viernes un espectáculo memorable. Ante un buen marco de público, actuaron el Coro Universitario y la Orquesta Sinfónica, el Coro Municipal de la Ciudad de Mendoza, y los solistas Romina Pedrozo, Enrique Folger, Fernando Radó y Florencia Fabris, destacada soprano a nivel nacional quien sufrió una seria descompensación en el final del concierto (ver aparte).

De estricto negro, como se vistieron para interpretar la pieza sacra compuesta por Verdi en 1873, el grupo se lució y el público los recompensó con fervorosos aplausos para cerrar una noche en la que el Centro de Creación Artística Coral de UNSJ, superó el desafío de la puesta, y se la dedicó a la memoria del maestro Juan Argentino Petracchini.