Este sábado oímos el "Allegro" del primer Concierto KV 313 para flauta. Lo ubico al inicio porque está en Sol Mayor un tono más alegre, ya que las otras tres obras están en Re Menor que es la tonalidad algo más "oscura" en Mozart y hasta el siglo XIX era considerada la tonalidad de la tristeza. Don Giovanni: La obertura empieza con un "golpe" que da el tono a la obra. El "héroe" llega a una tal frivolidad que la justicia terrena ya no puede con él y debe intervenir la divina -representada por el Comendador-. Mozart compuso 27 Conciertos para su instrumento favorito, la mayoría en tonalidad mayor excepto éste, en Re menor. Este fue "apurado", lo terminó un 10 de febrero y lo tocó al día siguiente. Al igual que esos maestros internacionales de ajedrez que suelen jugar partidas simultáneamente contra 20 jugadores y ganarles a todos, Mozart podía ir abordando varias obras distintas a la vez pero las iba concluyendo sin confusiones ni errores. En el concierto nº 20 KV 466 ‘Allegro’, cuerdas todas, pero se destacan las bajas con un tono dramático con impulsos que preludian a "Don Giovanni"; se añaden vientos y ahora "abierto el telón" (para Mozart, sus conciertos y sinfonías y hasta algunas misas son "música operística") aparece en escena el piano con un tema propio que aunque comienza suave y feliz, que va siendo acompañado por sones orquestales de nuevo casi propios de Don Giovanni.
En el ‘Introito: Requiem a eternam’ (Eterno descanso dales ¡Oh Señor!), la soprano María Belén Rivarola, entona el ‘Te decet hymnus’ (A tí se te deben los himnos) del Salmo 65 "se te cumplan los votos". Vuelve el coro: "Escucha mi oración" con un tono aparentemente más rebelde que piadoso; Kyrie ("Señor ten piedad") es una fuga. Dies Irae ("Día de ira" ) tomado de los Profetas Joel y Sofonías. El tono terrible se asemeja otra vez al final de Don Giovanni. "¡Cuánto terror habrá cuando llegue el Juez!" Tuba a Mirum introducido por el trombón, el bajo llama a todos los sepultados (I¦ Corint 15:52) e interrumpe el tenor Gabriel Arce ‘Mors stupebit et natura’ ("Muerte y Naturaleza se asombrarán cuando el Juez lea el libro en que todo está escrito") la contralto Romina Pedrozo sigue Judex ergo ("Cuando el Juez se haya sentado todo o que está oculto aparece" (en el Juicio Universal se sabrá todo de todos) y la soprano ‘Quid Sum Miser’ (‘¿Qué diré yo mísera si apenas el justo está seguro?’) y el cuarteto repite para que quede claro: ‘Cum vix justus sit securus’.
El Coro en fuerte súplica ‘Rex tremendae majestatis’ (‘Rey de tremenda majestad’) clama al Rey ‘Fuente de Piedad". Se aleja el tono del Comendador y desde allí el "temor" se va transformando en letra y música en un sentimiento de paz.
La muerte no es algo terrorífico. Mozart había escrito en 1787: "He establecido una relación muy estrecha con el mejor Amigo de la humanidad, y su imagen no me atemoriza sino que me calma y consuela". Me emociona imaginar que poco antes de su muerte unos amigos cantaron como pudieron el "Lacrymosa" con lágrimas y horas más tarde los Querubines y Serafines se lo habrán cantado "completo" en el Cielo. Hay muchos Requiems bellos pero el Réquiem, es el de Mozart.
El pianista Javier Villegas como siempre excelente pero me sorprendió verdaderamente el solista de flauta Rodrigo Recio". En el entreacto lo felicité y le dije que su ‘Mozart’ había sido muy suave. Y la verdad que después no me sorprendió que fuera uno de los dos premiados para viajar a Salzburgo, así como Villegas que quedó como "suplente" pero que al final también le otorgaron la beca. El tenor Gabriel Arce fue el primer premiado.

