Buenos Aires.- El 23 de enero se festeja el Día del Músico conmemorando el nacimiento de Luis Alberto Spinetta. Había nacido en 1950, y su muerte se produjo el 8 de febrero de 2012 cuando no pudo remitir un cáncer de pulmón que le detectaron los médicos dos años antes.

Desde su partida se realizaron innumerables tributos, y hasta fue publicado un libro con sus canciones, destinado a escuelas secundarias artísticas. Una de las grandes sorpresas que agradecieron sus seguidores fue la salida de un disco inédito, “Los amigo”, que rescata lo último que grabó “El Flaco” con su ex compañero de Almendra Rodolfo García (en batería) y Daniel Ferrón (en bajo). “La poesía de papá siempre puede adaptarse al presente, en este disco hay mucho mensaje, habla de felicidad, de luz y de sabiduría, es bueno poder compartirlo con la gente, para eso lo dejó”, dijo su hija Catarina junto a sus hermanos Vera, Dante y Valentino.

Spinetta fue autor, guitarrista y cantante, pero también poeta y pintor. Supo colmar de una elevada concepción estética a cada uno de los pasos que dio desde su nacimiento, el 23 de enero de 1950 en el barrio porteño de Belgrano, hasta su muerte, el 8 de febrero de 2012. Fue el creador de grupos como Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Jade y Los Socios del Desierto, entre otros. En 50 años de trayectoria dio forma a una obra que materializó en más de 40 discos, donde sus canciones constituyeron un alegato estético, que signó al rock argentino y lo sostuvo como un espacio fértil para la creación.

Distanciado de los vaivenes de un género que pasó de marginado y prohibido a gozar de las mieles de la difusión masiva, edificó su carrera alejado de las modas y las demandas de la industria discográfica.

“El talento es el hombre en libertad, nace en cualquier persona que se sienta capaz de volar con sus ideas”, fue una de las frases que esgrimió a lo largo de vida y que de alguna manera definen su forma de ver el arte. Dante, uno de sus hijos difundió a través de las redes sociales que sus cenizas fueron arrojadas al Río de la Plata y Charly García lo despidió con breves y sentidas palabras, “Ahora me siento un poco solo”.