"Menos Divididos, están todos", es la frase que rueda por las redes sociales, arengando para ser cómplices de la gran fiesta rocker. ¿Cuál? La que convoca a los grosos del rock nacional -léase Charly, Spinetta y Las Pelotas, por citar apenas a tres- pero también a los nuevos valores (y por qué no, las estrellas del futuro), un combo elástico y apetitoso que año a año congrega a una verdadera multitud de todo el país y del también del extranjero. Fanáticos de distintas generaciones que ya están preparando las mochilas para viajar a Santa María de Punilla, en Córdoba, el flamante escenario del Cosquín Rock 2011. Desde el viernes 11 hasta el domingo 13 de febrero, el Aeródromo local albergará cuatro escenarios (el principal y el temático son los más destellantes) y una movida que abarca desde los esperados recitales -los platos fuertes van a la noche- hasta proyecciones de películas.

"Es el predio donde originariamente se iba a hacer el festival. Cuando nos echan de la ciudad de Cosquín, nosotros intentamos mudarnos a este predio que nos pareció espectacular para hacer el festival, pero el intendente que estaba en ese momento en Santa María de Punilla nos pidió que no quería rock, porque no le gustaba mucho la idea de que haya un amontonamiento de gente, y sobretodo rockeros molestando en el lugar. El intendente que está actualmente nos abrió las puertas para un festival, el de La Huella Invisible, que fue el que hizo la Renga ahí. Fue espectacular y a partir de eso nos empezó a picar el bichito de probar", explicó José Palazzo, productor general del encuentro que nació en 2001 en Cosquín (de ahí el nombre), que tras un último año caótico (con problemas en la organización, con la Plaza Próspero Molina, los vecinos y hasta con los artistas) se mudó en 2005 a la Comuna de San Roque, y que ahora estrena década y casa, con ganas de "para siempre".