Los artistas sanjuaninos Martín Castro Meglioli y Gise Slavutzky estrenan una obra de danza y música afroamericana que transmitirán en vivo desde el espacio independiente La casa roja. Es una propuesta que está concebida "desde la lógica del streaming", con planos diferentes, con más detalles para mejorar la experiencia desde el celular ; y es la primera de las puestas que se hicieron este año que tiene interpretación musical en vivo. "Deseo Somos" -inspirada en el texto de Eduardo Galeano "De deseo, somos"- fue planificada desde su concepción para ser transmitida por Instagram y Facebook (@giseslavutzky y Gise Slavutzky) por lo que el planteo coreográfico y escénico tiene un tratamiento especial pensando en los dispositivos desde donde será visualizado.


En cada una de sus dos funciones (el 24 y 31 de octubre a las 21 hs) habrá dos versiones diferentes de la misma puesta, porque será filmado al mismo tiempo para las dos plataformas por personas distintas que aportarán cada una su perspectiva. "Son experiencias distintas, así que el que por ahí la vio en la primera función por Facebook, puede ver la segunda por Instagram", explicó la bailarina, que esta vez no estará en escena. "Todo lo que implica estar transmitiendo en vivo es una forma de danzar, porque hay que estar muy pendiente de cosas que en la escena presencial no se tienen en cuenta. Aquí uno tiene que guiar al espectador para que vea lo que uno quiere transmitir, así que decidí que iba a estar en ese lugar, guiando la mirada de los que están del otro lado de la pantalla", comentó Gise, que además tendrá en asistencia de producción a José Fernández.


"Fundamentalmente la composición de la escena no es la misma en términos presenciales que en términos virtuales", explicó la también investigadora, por lo que apuntaron a que la obra fuera más "atractiva y sobrellevable" y su duración no superará los 30 minutos. Y añadió: "El celular, que es el medio por donde se transmite por estos canales, también tiene su lógica de atención y tratamos de aplicar esa lógica a la composición de la escena. No hay planos generales, la mayoría son planos detalles o planos cortos, que permiten entrar más en las subjetividades de las personas que están en escena". Pero también aseguró que trabajaron para acercar al espectador a la riqueza de la presencialidad. "Si estamos en el teatro, tenemos una participación más activa, podes estar viendo la transpiración de los artistas, escuchando su respiración, cosas que con la pantalla se cortan. La idea es, con la cámara, suplir esas falencias, acercándonos lo más posible a la perspectiva del artista", dijo Gise que destacó que como se respetan los dos metros de distancia en escena, "eso abre mucho el plano, entonces la cámara hará un recorrido desde las distintas perspectivas y cómo cada persona ve la escena".


Aunque de las dos formas media una pantalla, para Slavustky es diferente la visualización de televisión y la de videos en celular. "Hay una disposición corporal distinta con la tele, tiene un sillón o un lugar cómodo, y este tipo de transmisiones que van por otros dispositivos juegan con la espontaneidad del espacio donde está la persona, puede estar en un bar con auriculares viendo, o en una plaza sentado tomando mate y viéndolo. Es hacer una experiencia personal de algo súper impersonal, porque tenemos la pantalla que nos está separando, quizás incluso separados por kilómetros, pero pensamos que de esta manera llegamos a la cotidianeidad de cada persona que pueda verlo y que lo pueda hacer en el lugar que quiera y con quien quiera. El streaming es una experiencia personal" subrayó la artista para quien este año de confinamiento sirvió para acelerar estos proyectos que involucran nuevas tecnologías que ya venía analizando de manera personal y con su compañero en esta obra.


"Teníamos pendiente una obra en la que pudiéramos dialogar juntos, él desde la percusión y yo desde la danza, y en este contexto donde todo nos invita a aggiornarnos podíamos darle flote a ese proyecto transmitiendo desde nuestras redes sociales" comentó Giselle. "Hemos tratado de lograr lo más cercano a una experiencia vivencial" explicó la creadora escénica y bailarina sobre la pieza con la que buscan transmitir la esencia de la música afro. "Es una vivencia, que uno atraviesa como una experiencia, más que un espectáculo que uno ve desde afuera", manifestó.


Junto al músico y percusionista estarán en escena, entonces, las bailarinas Guadalupe Agost, Devora Cereceda, Naymé Cuenca y Tamara Cuello. Siempre respetando la distancia marcada por los protocolos.


"Ellas tienen distintos momentos de participación, Martín tiene una partitura con cuatro ambientes, una por ejemplo pensada desde el paisaje sonoro, con ruidismo, elementos autóctonos que nos transportan a un lugar onírico, ellas interactúan en esta interpretación y luego cada una tiene una participación más principal. Son ritmos de sabar -música senegalesa-, música andina y brasileña", adelantó Slavutzky, quien junto a Martín se han especializado en los ritmos del país carioca.


El espectáculo tiene acceso gratuito, aunque tendrá disponible un ticket a través de Alternativa Teatral o transferencia bancaria (monto sugerido $200). "Si bien será público, abrimos el canal de pago para poder contar con una retribución por el trabajo, porque entendemos que el arte es trabajo, y si bien esto nos está afectando económicamente a todos, también es interesante que la gente pueda ponerle valor al trabajo de los artistas" concluyó.


El dato


Deseo somos. Sábados 24 y 31 de octubre 21 hs, transmisión en vivo a través de Instagram @giseslavutzky y Facebook Gise Slavutzky. Contribución virtual ($200) por el sitio de Alternativa teatral o transferencia bancaria (04500186 01800091398111)