A los 51 años, este viernes falleció el conductor, productor y periodista Gerardo Rozín, luego de luchar contra una enfermedad terminal. Hacía cerca de 12 meses, a Rozín le habían diagnosticado un tumor cerebral que se había tornado “irreversible” hacia 2021, según su amigo personal e intendente de Rosario, Pablo Javkin. 

El estado de salud del periodista hizo que debiera abandonar su programa "La Peña de Morfi", el ciclo que conducía junto a Jesica Cirio por Telefe.

El último programa en el que estuvo presente, que se emitió el 26 de diciembre, al momento del cierre, Gerardo Rozín hizo un sentido brindis de despedida y agradecimiento a sus compañeros, a  su familia, y al público del ciclo.

"Pensaba mientras venía para acá que, por algunas razones, el brindis personal por primera vez me lo guardo. ¿Por qué? Porque lo tengo bien. Es lindo tener el brindis bien. Lo tengo bien. Quiero a los que me quieren. Me quieren a los que quiero. Lo saben. Voy derecho al laburo", comenzó diciendo en la emotiva despedida.

Y siguió: "Soy un tipo que no tuve nunca un fin de semana. Nunca. Comencé a trabajar a los 15 años en un diario y en los diarios se usaba tener franco viernes y sábados o domingos y lunes. Desde entonces, y no hay queja, porque me ha ido bien en la vida. Vivo de lo que me gusta. Cero queja es cero queja, es solo un comentario".

Además, hizo referencia a cómo su familia se adaptó a su trabajo en los medios: "Mis hijos nunca me vieron un fin de semana completo. Porque cuando no fue una cosa, fue otra. Yo hace más de 30 años que trabajo y nunca tuve un fin de semana, salvo las semanas de vacaciones. Hoy entendía que yo trabajo para una gente que disfruta de una manera distinta. Yo disfruto tratando de que disfruten", agregó.

Gerardo Rozín falleció por un “tumor cerebral”: de qué se trata la enfermedad

Un tumor cerebral es una colección anormal de células que crece en, o alrededor del, cerebro. Presenta un riesgo para el cerebro sano porque invade o destruye el tejido normal de dicho órgano, comprimiéndolo y desplazándolo, según indica el sitio radiologyinfo.

“Debido a que el cerebro está contenido dentro del cráneo que tiene una cantidad limitada de espacio, un tumor que está creciendo puede causar un daño importante al cerebro”, continúa la información del mismo sitio web de salud.

Los tumores cerebrales pueden ser malignos (también llamados cáncer de cerebro) o benignos (no contienen células cancerosas). Pueden ser primarios (comienzan el cerebro) o metastásicos (células cancerosas de otras partes del cuerpo que viajan hacia el cerebro). 

En cuanto al tratamiento, dependerá del tamaño y tipo de tumor, de su tasa de crecimiento, y de su salud general. Los mismos pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia biológica dirigida o una combinación de las mismas, agrega la publicación.

Fuente: Crónica