Finalmente llegó la gran noche. Fue la despedida cargada de emociones y recuerdos. Todos sus sentimientos quedaron en la pista y en los ojos de miles de espectadores que fueron a ver el acto final de una leyenda deportiva y artística sobre las ruedas.

El espectáculo del patinador Wenseslao Carrizo que, con 83 años, puso el broche definitivo a una extensa carrera profesional. Organizado por el Fantasía Patín Club, la figura central estuvo acompañada por un numeroso staff de patinadores jóvenes, niños y adultos. Juntos llevaron adelante, con la dirección de Ramón Córdoba, una puesta audiovisual y coreográfica entretenida para toda la familia en el Estadio Cubierto Aldo Cantoni.

'Cuenta esa vieja historia', fue con ese título, un repaso de los momentos claves de Wenceslao. A modo de viaje imaginario, el patinador se queda dormido mientras lee un libro; a partir de ese momento, empieza un mágico recorrido en el cual, el público fue testigo de sus sueños.

Desde su niñez; su juventud; su pasión por el oficio de letrista; su trabajo como ferroviario y su vocación por el patín. Todo representado por imágenes y cuadros alegóricos.

La platea acompañó con fuertes aplausos que alababan a la estrella de la noche. El show, (tuvo un leve retraso en el arranque), tuvo otros condimentos que enriquecieron la puesta de patinaje artístico, como la acción de cuadros con bastones; de percusión; y de otras acrobacias.

También hubo pequeñas escenas para los más chiquitos, con la presentación de personajes de Disney, realizadas por las filiales del club Fantasía, provenientes de Media Agua y Los Berros.