Se suponía que fuera el hogar donde su pequeña North iba a crecer. Pero Kim Kardashian y Kanye West decidieron vender la mansión en Bel Air que compraron por $11 millones el año pasado; claro que tontos no son ya que conseguirán varios millones más. Al parecer, el rapero y la celebrity se tomaron en serio la compra y venta de inmuebles.
