Hoy se cumplen tres años desde que Gustavo Cerati (52) sufrió un dañino ACV que lo dejó en coma, tras su recital en Venezuela. Y de cara a esta fecha y a los requerimientos de información, ayer la clínica -en la que está internado desde octubre de 2010- y su familia difundieron un comunicado en la página del músico, sobre su estado de salud. Allí señalan que permanece con asistencia respiratoria mecánica, sin cambios neurológicos, clínicamente estable, sin lesiones agregadas y con estimulación permanente; y agradecen el apoyo de sus seguidores, "que nos suman fuerzas para seguir adelante acompañando a Gustavo incondicionalmente’. Pero más que el parte, que tuvo lógica repercusión internacional, lo más movilizador fueron las palabras de la incondicional madre del músico, Lilian Clark, abanderada de la esperanza que rodea al ex Soda Stereo y quien dialogó con algunos medios.

"A mí y a sus hijos nos reconoce, da vuelta la cabeza o a mí que me aprieta la mano. Por suerte el concepto de la clínica es muy amplio y generoso. Nos permite hacer otras cosas por fuera de la ciencia como la reflexología, que acompaña este proceso’, contó Clark en Radio del Plata. "De su alma nos ocupamos nosotros. A veces le canto el arrorró y me río porque si se despierta y me escucha, me mata’, agregó la mujer, quien destacó que "veo que Gustavo es muy querido y eso me llena el alma. Es un hijo maravilloso y muy buen padre’. "Hay que darle fuerza, Gustavo escucha. Han pasado tres años y está intacto, por lo menos físicamente a pesar de su gran daño cerebral. Nos da esperanzas y tengo mucha fe’, concluyó la mujer, quien comenta que siempre le ponen música, menos cumbia.

Días atrás, Perfil publicó algunas rutinas de Cerati, como que dos veces al día es vestido y sentado en un sillón de la habitación -a la que sólo pueden ingresar familiares directos con huella digital- donde realizan ejercicios de estimulación, lo afeitan y le cortan el cabello. Cuenta también que traga saliva cuando alguien se lo pide y que una vez le hicieron escuchar un cassette con la voz de su padre y le subieron las pulsaciones, tanto que hubo que dejar esa estrategia.