Eduardo "Lolo" Riquelme y Mauricio Camargo son los jóvenes guionistas e ilustradores sanjuaninos que tienen a su cargo las divertidas historietas de Colección Aventura, proyecto nacido dentro del programa de actividades virtuales del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. "La verdad, nunca nos imaginamos que el proyecto cobraría forma de esta manera. Estamos muy sorprendidos y orgullosos", expresaron los autores, acerca de la grata repercusión de los contenidos que pueden verse a través de las redes sociales de la institución, de manera libre y gratuita.


Lolo, de 25 años, es profesor de Artes Visuales, está a punto de obtener la Licenciatura y su trabajo de investigación apunta a reflexionar en torno al dibujo. Y Mauricio, de 30, también es un estudiante avanzando de la Licenciatura; pero sus búsquedas tienen como eje la ilustración, la fotografía y el cuerpo. Ambos se conocieron en la Facultad cursando la carrera en la UNSJ y sus creaciones surgen de la combinación de elementos del cine fantástico y de terror, la ciencia ficción, las novelas distópicas, los cómics y videojuegos, entre otras de sus influencias. 


Frente al furor de las hazañas animadas de la primera entrega que se centró en dar a conocer la colección del MPBA, con el aporte de las áreas de educación, investigación y diseño gráfico del Franklin Rawson, la dupla reforzó la línea argumental con la finalidad de alcanzar a los más chiquitos mediante contenidos relacionados con el quehacer artístico y museístico, según expresó Emanuel Díaz Ruiz, como director del complejo. 

La historieta. Algunos de los personajes de la primera y segunda temporada de Colección Aventura. 


"Si bien somos artistas visuales, nos abocamos a desarrollar nuestros perfiles de ilustradores y dibujantes. Empezamos a imaginar cómo sería una historia protagonizada por los seres que habitan los cuadros, interactuando con una historia de fondo, pensando sus personalidades y vestimentas, siempre con el apoyo de Emanuel Díaz Ruiz desde el Museo", explicó Riquelme.


Así, volvieron a la carga, con una segunda temporada. "La primera parte fue primaria, con el objetivo puesto en hablar sobre las muestras en las salas en el contexto de la Pandemia, además de la Colección Permanente. Ahora, fuimos por más y desarrollamos una historia con un nudo central que los personajes deberán resolver", señalaron como responsables de esta saga que, "a diferencia de la anterior tiene como conflicto la misteriosa fuga de algunos de los cuadros de la sala que no quieren ser exhibidos, un enigma que los protagonistas deberán resolver en el transcurso de cada episodio que sale sábado por medio".


"En un momento tuvimos que hacer una investigación profunda para conocer los nombres de cada uno de los niños que serían nuestros protagonistas, porque en el caso de los niños de la familia de Cirilo Sarmiento, la gran figura es él. Nuestro conflicto como escritores fue tener en claro esos datos históricos", subrayó Mauricio acerca de las ilustraciones en las que cobran vida La Niña Sánchez, del retrato pintado por Franklin Rawson; Luis y Francisco Sarmiento, también obra de Rawson; equipo al que se sumó La Criollita, de Gómez Cornet, entre otras personalidades.


"Agregamos varios personajes en esta temporada, todos basados en obras que forman parte de la Colección Permanente del Museo, que van a incorporar más acción y suspenso", afirmaron respecto al trabajo que implica la compleja labor que comienza con un boceto a lápiz para definir la dinámica de las viñetas, la posición de los personajes y diálogos, luego se pasa a una plataforma digital donde se utiliza un programa especial para ilustración y finalmente se realiza el entintando digital. 


Con los lápices más afilados que nunca, el dúo está feliz por los resultados. "Claramente para nosotros marca un antes y un después en nuestras carreras ya que es el primer cómic que realizamos juntos, lo que significa no sólo el alcance de un logro individual enorme para cada uno, sino también un premio al trabajo colectivo como el gran equipo que somos. Tenemos varios proyectos tanto en grupo como individuales, pero particularmente existe un cómic que estamos gestando pensado para un público más adulto, que se inscribirá más en nuestros géneros preferidos, como el terror y la ciencia ficción", adelantaron los hacedores sobre sus próximos pasos profesionales, después de haber pergeñado este ciclo que para ellos fue "increíble".


Y aunque la meta de Lolo es poder dedicarse tiempo completo al dibujo y el objetivo de Mauricio es trabajar como ilustrador conceptual para empresas de videojuegos, en definitiva, los dos persiguen un mismo sueño: vivir del arte. En ese camino, confluyeron laboralmente en las instalaciones del museo donde nació la ambiciosa idea de que las pinturas salten de sus cuadros a las plataformas relatando divertidas peripecias animadas para los más bajitos.


(CREDITOS DANIEL ARIAS)