Tiene 24 años y acaba de ser coronada como Miss Universo 2018. Catriona Gray llegó al concurso representando a Filipinas y aun antes de la final era una de las favoritas. La noche del domingo -el lunes en Tailandia, por diferencia horaria- la bella morocha, (enfundada en un traje rojo inspirado en el volcán Mayón) obtuvo la tiara de manos de su predecesora, la sudafricana Demi-Leigh.


Elegida en una edición del certamen que marcó un hito al recibir a la primera participante trans y porque el jurado estuvo integrado solamente por mujeres, Catriona habló de su compromiso para crear conciencia sobre el virus del Sida ya que -contó- perdió a un amigo a causa de complicaciones del VIH. 


La joven filipina nacida en Australia, hija de padre escocés y madre filipina, es una apasionada por la música. Estudió en Berklee College of Music y hace poco lanzó su primera canción que habla de los niños más necesitados. Pero la presentadora y modelo además es cinturón negro en artes marciales.


Además del título, la nueva miss Universo ganó 200 mil dólares en premios y tendrá que mudarse a Nueva York durante su año de reinado con todos los gastos pagos y recibirá un salario de 250 mil dólares.


Este año el foco estuvo puesto en Ángela Ponce, la miss española que hizo historia al convertirse en la primera trans en competir en el certamen. "No necesito ganar Miss Universo, sólo necesito estar aquí", dijo en referencia a la defensa de los derechos de LGTB, en un video antes de salir por última vez a la pasarela y ser ovacionada por el público.