Julio Calvo (luthier y comunicador social), Pablo Spiller (músico y docente) y Teresa Usandivaras (antropóloga) llegaron desde Buenos Aires con una idea fundamental: "Que la música circule, que nos abrace a todos. Porque todos podemos hacerla". Con instrumentos no convencionales y con el sonido de los cuerpos, Los Musiqueros lograron un espectáculo entretenido. Ayer en el Teatro Sarmiento, hubo dos funciones continuadas y además, Los Musiqueros ofrecieron dos talleres didácticos en el Museo Franklin Rawson. Unos 50 niños en total aprendieron a crear sus instrumentos con materiales comunes y cotidianos que se pueden conseguir fácilmente en la casa. Los chicos hicieron un silbato a base de un tubito de plástico; con otro tubito de PVC, un tapón de goma y una varilla simple, se logró construir una flauta de émbolo o de pistón. Calvo les hizo una demostración sonora con una simple botella de plástico con agua, con la que podía hacer melodías. La consigna fue que con cualquier cosa se puede armar un instrumento y así poder realizar un acto musical.
Donde todos pueden hacer música

