Anoche, el Auditorio J. Victoria relució con la puesta de dos gemas de la comedia musical: El fantasma de la Ópera, de Andrew Lloyd Webber y Richard Stilgoe; y Los Miserables, de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil. En versión sinfónico coral, fue una atinada apuesta de Alberto Velasco, que tuvo a su cargo la dirección, las orquestaciones y arreglos.

El escenario brilló con los solistas locales, de Mendoza, Instituto del Teatro Colón y Teatro Argentino de La Plata; como Juan Pablo Skrt considerado La Voz del Fantasma, todos acompañados por la Sinfónica y el Coro Universitario de la UNSJ y el Coro Aconcagua, de la vecina provincia.