Al abrirse el telón, unas lámparas colgadas en la escenografía alumbraron las espaldas del dueto trovador. Las palabras evocativas de Eduardo Galeano resuenan con eco como preludio a la función: "A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos…" después del recitado, las guitarras comenzaron a vibrar. Así abrieron Jairo y Juan Carlos Baglietto, dos figuras emblemáticas de la canción, su espectáculo ‘Historias con voz’ en el Teatro del Bicentenario. Anoche, el dueto contagió al público con obras significativas de sus respectivos repertorios. Una selección de canciones que, a lo largo de los años, se convirtieron en clásicos imborrables en el cancionero popular argentino y que, al verlos actuar juntos, propiciaron un clima especial y de profunda conexión con los espectadores.
Ambos artistas complementaron su virtuosismo, el color de sus voces, el carisma en escena y la intensidad en la manera de interpretar piezas conocidas. Las clásicas canciones como ‘Cuando’, ‘La balada de Corto Maltese’, ‘Los enamorados’, ‘Carpintero José’ y ‘Para la libertad’ , tuvieron arreglos que permitían apreciarlos en otra faceta interesante y original, que ofrecía el canto a dos voces.
La velada tuvo varios pasajes, intercalados por textos literarios de autores reconocidos, mientras que en el fondo del escenario, se proyectaban imágenes que narraban visualmente el pasado artístico de los protagonistas. Para el tramo final, el cierre no fue abrupto. Para satisfacer las ganas de la platea en escuchar más, vino como bonus track, lo mejor de ambos: ‘Indio Toba’, ‘El tempano’ y ‘Gigante’.
Aunque la puesta técnica no fue la ideal, dado por algunas impurezas en la salida frontal del sonido, durante el inicio del show, sorprendieron con la interpretación de ‘Rasguña las piedras’ y ‘Tonada de un viejo amor’, como también, la inolvidable pieza tributo a Atahualpa Yupanqui, ‘Piedra y Camino’, que tuvieron como devolución numerosos aplausos.
