Del glamoroso comienzo a cargo de Marc Anthony, Will Smith y Bad Bunny a la potente presentación de Maná, que puso de pie a todo el MGM Grand Arena de Las Vegas; de la deslumbrante versión de La llorona en la voz de los 15 prodigiosos años de Angela Aguilar al combo mexicano de Los recoditos, la ceremonia de la 19a edición de los Latin Grammy tuvo como característica una bienvenida diversidad, que se replicó en la distribución de los premios.

Es que finalmente, a pesar de la gran ventaja con la que J Balvin aparecía en la línea de largada, el resultado final fue llamativa y saludablemente repartido entre artistas de muy diferentes orígenes y caminos musicales, con Jorge Drexler sacando una pequeña ventaja, con sus tres gramófonos, sobre Luis Miguel, Chico Buarque, la española Rosalía y la argentina Claudia Montero, quienes se llevaron dos sendos premios a sus casas. 

En cambio, J Balvin sólo alcanzó a quedarse con el primer lugar en una sola de las ocho categorías en las que rankeaba, lo que seguramente dejó con sabor a muy poco a uno de los emblemas del género urbano. Precisamente, como una ratificación de la diversidad como norma de la entrega, Rosalía se quedó con las categorías de Mejor fusión/interpretación urbana y Mejor canción alternativa.

Por su parte, Drexler, en uno de sus agradecimientos, apunto a desdibujar fronteras entre géneros. "Que viva Borges, que viva Pessoa; pero también que viva la cumbia y que viva el reguetón. ¡Qué viva todo!", exclamó el cantautor uruguayo, que para la última y definitiva sentencia consagratoria, en el rubro Grabación del año, confesó haberse quedado sin palabras para tanto. No es para menos, que en tiempos de producciones desproporcionadas, el mayor premio de la Academia sea para un disco parido a pura guitarra y, sobre todo, ingenio, talento e imaginación.

Quien no pudo agradecer fue Luis Miguel, ganador de las categorías Album del año y Mejor álbum de música ranchera/mariachi. Y su anunciada ausencia provocó un sostenido abucheo del público que colmó el estadio, que pronto quedó en el olvido entre otras premiaciones y shows. 

En ese rubro, la presentación de Carlos Vives -junto a Monsieur Periné-, ganador en la categoría Mejor álbum tropical contemporáneo, debió suplantar con oficio algún desperfecto técnico, mientras que la del trío Aoki-Nicky Jam-J Balvin fue una de las más festejadas, a la altura de la de Kany García, aunque en planes completamente opuestos, entre la electrónica urbana de los primeros y el formato de canción de la segunda, que llegó al las vegas con cuatro candidaturas y se fue con las manos vacías. 

Con igual expectativa había llegado Natalia Lafourcade, pero en su caso, su álbum Musas (Un homenaje al folclore latinoamericano en manos de Los Macorinos) Vol. 2 le permitió hacer suya la categoría Mejor álbum folclórico. Un premio a su exploración en sus raíces más profundas, de la mano de una leyenda del género.  

Quienes lentamente parecen ir convirtiéndose en leyenda también son Fher Olvera, Alex González, Sergio Vallín y Juan Calleros, juntos Maná, quienes luego de haber sido homenajeados como Persona del Año el miércoles, rockearon el MGM Grand Arena con excelente resultado. 

Pero la gran figura de la velada, sin duda alguna, es el cantautor uruguayo que unos años atrás levantó vuelo hacia Madrid en busca del sueño de crecer con su música, y que lo logró con creces, y sobre todo con una mirada amplia que expresó con contundencia en su diálogo con la prensa, cuando la fiesta ya había llegado a su fin. 

"El mundo de las expectativas es difícil de explicar. Vengo del Uruguay, un país de tres millones y medio de habitantes. Nunca entré en la música con la idea de vivir de ella. Pero han ocurrido situaciones tan increíblemente pensadas, tan poco previstas, que he dejado de funcionar en base a las expectativas. Esta fiesta es una celebración e la diversidad. Yo no tengo enemigos en la música. Mi enemigo no es el reguetón. Mis enemigos son los fabricantes de minas antipersonas. Celebremos el tesoro que tenemos en la diversidad", concluyó.  

Más temprano, Fito Páez (Mejor canción de rock), la compositora clásica Claudia Montero (Mejor álbum de música clásica y Mejor compositor) y el tanguero Pedro Giraudo (Mejor álbum de tango) sumaron cuatro gramófonos para la legión argentina que llegó hasta Las Vegas.