El público determinaba el dibujante ganador, votando según el color.

Cuatro contiendas, ocho competidores y la decisión del público, que determina el dibujo más creativo y original, fueron los elementos constituyentes de la segunda ronda realizada anoche en la Batalla de Ilustradores. La cita fue en el local de una cervecería céntrica, en el cual, los dibujantes del colectivo Calamar, organizador del evento en el marco de la Bienal de Dibujo, que si bien estaba estipulado a las 20, comenzó en realidad a las 22hs. En el mismo, las batallas se establecieron después de la primera instancia realizada el martes pasado y el fixture quedó conformado de la siguiente manera: Joel Salinas vs Santiago Molina; Maira Zeballos vs Ariadna Brusotti; Lina Piaggio vs Lolo Riquelme; y Jimena Miguel vs Nicolás Touris.

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El primer duelo fue entre Zeballos-Brusotti. La consigna era muy clara, con tres palabras claves y con un minuto, repartido en tres asaltos, las dibujantes debían plasmar en imágenes las ideas escritas en el papel con sus marcadores. Y al mejor de esos tres asaltos, al mayor número de votos de color (rojo o azul según correspondiese para cada ilustrador) de los espectadores, le dan el derecho a la victoria. Entre las palabras que debían representar fueron por ejemplo helicóptero-dólares-Mirtha Legrand; o payaso-evangelista-skater; por citar algunas combinaciones. Una vez que se pasaba a la siguiente instancia -siempre uno contra uno- quedaba el duelo final, que se llevó a cabo después del cierre de esta edición. El mejor de los 8, sería el que se quedaría con el cinturón de campeón.


Pero mientras los competidores hacían lo suyo en el caballete, los espectadores aprovechaban para dibujar libremente en sus mesas y participaban en sorteos por una pinta de cerveza artesanal.  

Los niños y jóvenes podían hacer sus propias creaciones al libre albedrío.


Nicolás Marinero, uno de los miembros de Calamar explicó la tradición que vienen sosteniendo con la Batalla de los Ilustradores: 'Primero comenzó como un encuentro informal entre amigos para poder conocernos entre nosotros, los que nos dedicamos al dibujo en la provincia. Pero esta es la primera vez que se hace con apoyo institucional en el marco de la Bienal de Dibujo. Hay estilos particulares y muy marcados entre los dibujantes, algunos son más inclinados al realismo, otros a la caricaturas. Pero cuando el tiempo es tan escaso, no se pueden quedar en muchos detalles, por lo que los dibujos terminan siendo más que nada garabatos a mano alzada. Ese fugaz instante, deben ser lo más sintéticos posible en unir las tres consignas que pueden ser un elemento, un personaje famoso o una profesión', comentó el ilustrador.

FOTOS: DANIEL ARIAS