Buenos Aires, 12 de enero.- Julieta Cardinali habla este mes en la revista El Planeta Urbano en una nota que incluye una jugada producción de fotos y muchas confesiones. La actriz de Farsantes repasa el momento de la grabación de la muerte del personaje de Benjamín Vicuña -ella lo mató en la trama- y dice que el actor chileno es "un dulce de leche".
Pero especialmente se refiere a su rol como mamá de Charo, la hija que tuvo con Andrés Calamaro, de la crianza y los tiempos que le dedica. Se entiende por lo que cuenta que el músico casi no ve a su hija.
"Lo que más extraño de ser mamá es no tener nunca días enteros de fiaca -confiesa Cardinali-. Charo nunca se va con el papá, no tengo nunca un día libre, soy mamá de lunes a lunes. Nunca jamás ve a su papá. Contarlo sería meterme en la intimidad de ella. La realidad es que cualquier mamá separada los fines de semana descansa porque su hija se va con el padre. No es mi caso".
La actriz confiesa que en tiempos de su separación de Calamaro -quien está en pareja con la modelo Micaela Breque- pasó un momento de "gran oscuridad; no podía parar de llorar; estuve muchísimo tiempo encerrada en mi casa. La venganza es el primer instinto cuando alguien te hace algo malo, pero yo no quiero venganza en mi vida; quiero que las cosas malas queden atrás y trabajo para eso".