La quinta jornada de la 51 edición del Festival de Cosquín -el martes pasado- contó con una visitante inesperada: la lluvia que se mantuvo presente durante toda la velada. Tan fuerte fue que el espectáculo estuvo a punto de suspenderse, pero la Comisión Municipal de Folclore y Juan Carlos Baglietto -responsable de la parte técnica- decidieron que la jornada se cumpla hasta el final con la actuación de Oscar Esperanza Palavecino, que concluyó su tarea pasadas las 6.30 de la madrugada ante la ovación de las 10 mil almas que días antes habían agotado las entradas para esa jornada; y que no se movieron de la Próspero Molina.

Durante más de dos horas y media de show, El Chaqueño recorrió buena parte de su repertorio, mientras la platea cantaba y bailaba junto a su ídolo. Temas como Largos caminos me iré, Mataco Díaz, La taleñita, A Don Amancio, La jujeñita, Amor salvaje, Valderrama -en honor a Juan Valderrama, dueño de la histórica peña salteña- y Amorcito, entre otros se escucharon durante el concierto; y con los Diableros de Orón, cantó Carpas de Salta.

También salteños, los Canto 4 -consagración Cosquín 2010- volvieron a ser alabados por el público en una actuación memorable, donde pusieron toda su Energía -título de su más reciente CD-. Y fueron parte, además, del Festival Cosquín de la Canción, con la interpretación del clásico Recuerdos salteños, en una magnífica versión.

Otra actuación destacada en esta luna multitudinaria fue la de Los Guaraníes, que presentaron su nuevo disco Misterio. "Sencillito y de alpargatas", como dice su canción, el cantor surero Omar Moreno Palacios cumplió con creces su actuación, luego de contar que hacía un año le había ganado la batalla al cáncer. Con su habitual picardía dijo que "volví a Cosquín el año pasado después de 40 años y le dije a los organizadores que no esperen 40 años para volver a invitarme porque iba a estar de gira".

Laura Ros, "La Buri", le puso la fusión rockera a su momento secundada por el baterista Federico Gil Solá, ex Divididos. El dúo Luna Monti y Juan Quintero, lograron una unión interesante con la gente, sobre todo en el tributo a María Elena Walsh con Canción para bañar a la luna. Y la concurrencia bailó con Sergio Galleguillo, que encabezó la delegación riojana. Entre otras perlitas, párrafo aparte corresponde al eximio guitarrista y cantante Carlos Di Fulvio quien dio cátedra de folclore. (Telam)