Ayer tempranito, minutos antes de las 9, los pequeños y sus seños comenzaron a llegar al Teatro del Bicentenario para disfrutar de un espectáculo especialmente pensado para ellos. Hasta el próximo viernes, unos 7 mil niños de diferentes rincones de la provincia verán y escucharán El Mago de Oz, en el marco de los Conciertos Didácticos organizados por la Orquesta Sinfónica de la UNSJ y la Fundación del Banco San Juan con el auspicio del Ministerio de Cultura y Turismo. La compañía cordobesa de Alejandro Vanegas -a cargo del libreto y la dirección- es la encargada de recrear la atrapante historia, originalmente creada en formato de comedia musical, que tiene en los créditos a tres nombres sanjuaninos: por un lado Juan Abraham, hijo del siempre recordado bailarín y coreógrafo Juan Carlos Abraham y de la cantante Antonieta Chiappini, como uno de los protagonistas; Selene Flores Torres en las coreografías y su hermano Pablo Flores Torres, director de Clann (troupe que nació en San Juan y ya tiene sede en Córdoba, con la que hizo varios musicales), quien creó la música y también hizo la adaptación para esta ejecución sinfónica.
"La idea fue de Leo Grosso. Él se contactó con la gente de Vanegas, que también trabaja con mi compañía Clann Kids de Córdoba, donde está Juan, que tiene un excelente manejo de escenario y una voz maravillosa. Y Selene siempre realiza las coreos de mis producciones. Ella tiene experiencia y adaptó todo al espectáculo para el Bicentenario", comentó Pablo, quien si bien ya ha realizado arreglos sinfónicos para otras producciones, "es la primera vez que una orquesta sinfónica conformada como tal los toca. Por eso recurrí a Emilio Yapor, un genio que sin su ayuda esto hubiera sido imposible", valoró el ascendente artista radicado hace varios años en Buenos Aires, donde además trabaja para Disney y Valeria Lynch. Para convertir el musical en una propuesta didáctica, Pablo hizo que cada instrumento tuviera su propio protagonismo, así los niños pueden reconocerlos.
"Por ejemplo, hay momentos en que sólo suenan los violines o los violonchelos. O partes exclusivas para las trompas o los clarinetes. Se busca destacar uno para que el niño pueda identificar cuáles son los instrumentos musicales que están presentes, con la ayuda de los personajes", agregó.
Uno de esos personajes es el espantapájaros, encarnado por Juan Abraham, quien se confesó feliz de esta "primera vez actuando y cantando" en su tierra natal, con la Sinfónica en vivo, en el Bicentenario y ante un público tan entusiasta.
"Si bien esta obra tiene muchos elementos visuales y sonoros, la respuesta de los chicos superó las expectativas. Actuar, cantar y bailar en vivo, y con la Orquesta, es algo inédito, es muy difícil hacer una comedia musical así… Ha sido algo mágico para los chicos y para nosotros, así que básicamente estamos sorprendidos, contentos y agradecidos", dijo el actor que se estableció hace 18 años en Córdoba, donde se dedicó a la actuación, tanto en musicales como en teatro de texto.
"Es muy emotivo volver. Hay gente que me conoce de chico y no me vio más, que ni sabía qué estaba haciendo en lo artístico… es muy fuerte", reconoció el joven que comparte tablas con Jimena Leunda (Dorothy), Jeremías Di Filippo (hombre de hojalata), Alejandro Vanegas (león), Julieta Trumper (bruja buena) y Mariana Bonadero (bruja mala), con quienes ya comparte otro sueño: volver para reeditar esta gran propuesta, para todo público.
Fotos: Daniel Arias




