Durante años estuvieron guardadas, esperando su momento de encontrarse con el público. Hoy, luego de un laborioso trabajo de restauración, se lucen bajo el título "Barrer" en la sala 1 del Museo de Bellas Artes Franklin Rawson. Un verdadero orgullo para la institución, se trata de un conjunto de 17 obras escultóricas de mediano y gran formato, pertenecientes a diferentes autores (entre ellos un sanjuanino, José Carrieri) que fueron adquiridas por la primera Comisión Provincial de Bellas Artes (1934-1955), entre otras que también integran esta primera fase del proceso de colección y armado del Museo. Excepto una, todas abordan en la tradición figurativa y con distintos materiales -madera, piedra, yeso, fundición, vaciado en cemento- la figura humana; y 16 de ellas pertenecen a autores que pasaron por Salones Nacionales. "Bajo la tradición clásica, eso da muestra del antiguo criterio legitimador de la Comisión Provincial para adquirir obras", comentó a DIARIO DE CUYO el director del museo, Emanuel Díaz Ruiz, también curador (junto a Roberto Amigo), quien subrayó que la mayoría de estas piezas no se exhibía hace muchos años y otras nunca fueron mostradas.


"La mayoría están trabajadas con distintas técnicas de limpieza, algunas muy nuevas como los secuestrantes de origen vegetal, que se ponen como una mascarilla, sobre todo en superficies porosas, y luego se retiran como una máscara. A otras les hemos tenido que cambiar completamente las pátinas porque estaban muy sucias', explicó Guillermo Guevara, cabeza del Taller de Montaje y Restauración del Museo. "Muchas han sufrido deterioro por el paso del tiempo, las malas condiciones de conservación e incluso el terremoto, como la de Juan Grillo, que se encontró caída y hubo que hacerle pátina y una estructura para compensarla y movilizarla. En otros casos reconstruimos directamente parte de las figuras, como en los gansos, a los que les faltaban algunos picos o plumas", se explayó Guevara. Algo más de tres meses de intenso trabajo es lo que les demandó a los siete especialistas del taller poner en condiciones las piezas. "Y la idea es seguir trabajando con otras obras que están en la reserva del museo, en condiciones de ser restauradas", añadió.


Además de su atractivo particular, las piezas están ubicadas de un modo llamativo. "Desplegadas sobre un escenario con diversas alturas, que avanza hacia el centro (...) la selección del patrimonio escultórico por primera vez puede observarse como un conjunto compacto, insular", explica el catálogo. En esta disposición, el lugar más alto lo ocupan las cabezas -"ejercicio escultórico"- y los bustos "tipología para los retratos"-, que datan de fines del siglo XIX y siglo XX. El diseño lumínico también les imprime un toque especial y le permite al espectador tener distintas impresiones de la misma figura, según dónde se ubique. Pero hay más. 


"Todas ellas apuestan en tensión a una instalación de Liliana Porter, una lectura vanguardista del modo de producir contemporáneo", señaló Díaz Ruiz en referencia a "Barrer", pequeña pieza realizada y adquirida en 2015; y que, ubicada estratégicamente en la sala, juega un interesante contrapunto, en varios sentidos. 

El dato


Abierto de martes a domingo, 12 a 21 hs. Visitas guiadas: 19 hs. $50 (menores de 12 y personas con discapacidad, gratis). Domingo: gratis.