De un día para otro, la humilde vivienda de los Pirrí se convirtió en un santuario por el que diariamente pasaban a toda hora decenas de personas. Creyentes, fanáticos y curiosos se acercaban para ver si eso de lo que todos hablaban, era cierto. 

Hacía ya tres meses había muerto trágicamente en un accidente de tránsito, cuando esta familia comenzó a notar que un póster que tenían con la imagen del cantante "lloraba lágrimas de sangre". 

"Todo comenzó el día del cumpleaños de Natalia -la dueña del póster- cuando mi otra hija me dijo 'mami, Rodrigo está llorando en la cocina'. Y era verdad. Fuimos a verlo, toqué la sangre y la probé. Era dulce. Me puse a llorar pero después me calmé y le recé. Al principio creíamos que era una broma o un truco, pero no, porque la parte de atrás de la imagen está impecable", dijo en ese momento Antonia Hidalgo a DIARIO DE CUYO.  "Para mí llora porque lo mataron, por tantas cosas malas que le han pasado, porque todavía no lo entierran y no descansa en paz", agregó desconsolada la mujer.

Natalia con la imagen de Rodrigo

Desde la familia aseguraron que intentaron todo el tiempo que el hecho no se hiciera público, pero sin saber por qué, se terminó filtrando.