Ícono de la música popular argentina, hoy, el tucumano Jaime Torres recibirá una misa en su memoria y será cremado en el Cementerio de la Chacarita. Dueño de un talento inigualable, el artista de 80 años, cuyo deceso ocurrió el lunes pasado a las 8.15 en la clínica porteña Favaloro, fue uno de los artistas consagrados en San Juan, siendo un infaltable protagonista de la tradicional Misa Criolla de Rawson en la que actuó por última vez en abril pasado (foto a la derecha), subiendo a escena en la cuarta edición del Concierto de las Américas en el Cerro Alcázar junto a Gustavo Santaolalla (Calingasta, 2015) y en la programación de Mozarteum Argentino San Juan (foto a la izquierda); entre algunos de los escenarios en los que tocó en el país y el mundo, desde el Tantanakuy hasta en el prestigioso Teatro Colón de Buenos Aires, pasando por la Filarmónica de Berlín, la Sala Octubre de Leningrado y el Lincoln Center.

Recordado por su virtuosismo, falleció en la víspera de Nochebuena, época en la que el mundo cristiano interpreta el Gloria de la Misa Criolla que supo inmortalizar con su instrumento y que lo llevó a recorrer los escenarios de las principales capitales de Europa y del continente americano.

Como referente de la cultura popular, tuvo un papel destacado en la grabación de esta creación de Ariel Ramírez -emblemática pieza del folclore argentino que nació en 1964 y esta dedicada a dos hermanas alemanas que ayudaron con alimentos a los prisioneros de un campo de concentración durante el nazismo-. 

Sus padres llegaron a Argentina tras abandonar Bolivia en 1937. Un año después, el 21 de septiembre de 1938, en San Miguel de Tucumán, nació Jaime quien desde niño tuvo pasión por la música y, sobre todo, por el charango. Con su poncho y su rostro andino, el hombre fue ovacionado por su arte a lo largo de su extensa carrera. 

 

"Mi única pretensión es que los pastores, los agricultores y los collas se sientan orgullosos de su cultura, de lo que tocan y de lo que producen’, afirmo una vez don Jaime, declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Legislatura porteña y por la Fundación Konex que le otorgó la Mención Especial a la Trayectoria en 2015. La partida del padre del charango dejó sin música a la Navidad.