Nito Artaza presentará El Barrilete Cómico, unipersonal con el que celebra sus 40 años de carrera, que ha sido un fenomenal éxito de taquilla en Mar del Plata, Buenos Aires y Carlos Paz. En este nuevo show -dirigido por su pareja, la actriz y cantante Cecilia Milone- hace un repaso de su trayectoria con monólogos humorísticos, la recreación de personajes de la actualidad política, una puesta coreográfica e imitaciones de los más graciosos personajes de ayer y hoy. Antes de la función -el 16 de agosto en el Teatro Sarmiento-, el cómico conversó con DIARIO DE CUYO sobre su vida entre el espectáculo y la militancia política.

– ¿Con Cecilia, conformaste la dupla creativa perfecta?

– Cuando estamos en el tiempo libre, nos gusta pensar en los espectáculos y mejorarlos. Los dos tenemos un fuerte sentido del humor. Ella me da clase de canto y ahora, de humorista me convertí también en cantante (risas) entonces con La Jaula de las Locas, que trabajamos con Pepito Cibrián, es una experiencia excelente. Estrenaremos en 2023 en Calle Corrientes y seguramente lo llevaremos al Teatro del Bicentenario, el orgullo de los sanjuaninos.

– ¿Ella es muy rigurosa cuando te dirige? 

– Sí, porque tiene la escuela de Cibrián incorporada. Siempre dice que no hay mal actor si ensaya bien y se sabe la letra. Se preocupa mucho de todos los detalles. Eso me da tranquilidad y seguridad porque sé que el producto saldrá con calidad. Me corrige mucho y me hace hacer cinco ensayos generales con vestuario y escenografía. No le gusta que nos distraigamos. 

– ¿Por qué crees que el teatro de revista pasa por un buen momento?

– Porque al público, a pesar de tener televisión e Internet, le gusta reírse de las cosas cotidianas, pero también porque ha cambiado mucho el formato en el trato del género. Hoy trabajamos con un lenguaje muy distinto al que se usaba antes para con las chicas y con los chicos. El no utilizar los cuerpos de la mujer y del hombre como un objeto sexual es lo fundamental. Y los sketchs ya no son tan burdos como antes. 

– En esa línea, ¿qué sucedió con la denuncia por acoso de Sabrina contra Fabián Gianola?

– Es una situación personal muy lamentable que vivió mi hija. Ella me dijo que lo resolvió y le puso límites cuando sucedió, no lo denunció judicialmente, pero quiso que se sepa públicamente para que no le vuelva a ocurrir a nadie más. Hoy soy abuelo y tampoco quiero que le suceda a mi nieta, ni a la hija o nieta de nadie. Lo conozco a Fabián hace mucho tiempo y tuve una conversación personal con él, creo que necesita recapacitar por todo lo que hizo y necesita ayuda terapéutica. Los hombres debemos pedir perdón por todas las cosas que se le hacemos a las mujeres desde un poder machista dominante. 

– ¿A qué fuentes apelás para contar la realidad desde el humor?

– Yo creo que el humor debe ser siempre crítico con el poder. Es mi forma de entender lo que al ciudadano común le gustaría decir y no puede. Busco nutrirme de las enseñanzas de mis grandes maestros como Marrone, Alfredo Barbieri y Mario Sánchez, por eso nunca dejé de ser crítico con la actualidad. 

– ¿En qué momento chocan los universos de lo artístico y lo político?

– Yo tuve la vocación por la política mucho tiempo guardada. Cuando estalló la crisis de 2001 y los problemas que generó el corralito, fue el momento en que di la lucha contra todo eso. Mi familia, desde mi bisabuelo, siempre hizo política. Mi padre fue diputado de la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente). En mi caso, fui senador por Corrientes y tomé distancia del radicalismo después que hizo ese espantoso acuerdo con Macri. Pero me fue difícil superar los prejuicios que se generan cuando uno hace política y a la vez se es humorista. Cuando fui senador, presenté 300 proyectos. Trabajé seriamente y me gané respeto de colegas de otras bancadas. Pero por otro lado, en lo artístico, este costado político me perjudica porque cuando tomo una posición, el 50% del público no está de acuerdo conmigo y me cuestiona. 

– ¿Cuál es la salida a la crisis actual del país? 

– El mundo está a punto de entrar en una tercera guerra mundial. Todos los grandes estados tienen crisis muy difíciles. Argentina no puede escapar de eso y además arrastramos una inflación endémica de hace tiempo. Existen dos poderes: el formal, que es el político que lo ejerce el gobierno y el otro es el poder real, el que gobierna la economía. Es el de las grandes corporaciones que concentran el capital financiero y manejan los mercados. Hace falta llegar un acuerdo con el poder real. Quizás sea una buena idea contar con un mercado de capitales propios, para financiarnos nosotros mismos y me parece que todos los sectores deben pensar en engrandecer el país. Hace falta mucho patriotismo, coraje e inteligencia.

– Pero unos pocos se quedan con toda esa riqueza…

– La respuesta es redistribuir el ingreso y bajar la desigualdad. Hay que ponerles límites a las corporaciones, porque no es justo que históricamente hacen mucho dinero aquí y la riqueza se la llevan afuera. Endeudarse de la manera que se hizo con el FMI, el organismo co-responsable del 2001 y de lo que sucede ahora, no tiene propósito. Cuando se habla de bajar el déficit fiscal, cuando estudiaba el presupuesto nacional siendo senador, significa que o eliminás jubilaciones y salarios; o reducís intereses de deuda. Creo que este acuerdo que se hizo, no se puede cumplir. El Fondo Monetario siempre pide que le paguemos pero con el sacrificio de la población. Eso es inaceptable. Además, incumplió con su carta orgánica en prestarle de forma política dólares para endeudar al país y por un capricho de Macri para que gane las elecciones. 

 – ¿Como ves a Massa como ministro de economía?

 – Lo conozco a hace mucho tiempo y lo veo con gran capacidad política para afrontar y estar a la altura de las circunstancias. Es ambicioso, le gusta el poder y sabe qué hacer con él. Pero no nos ilusionemos con nombres, sino con qué políticas pueden ayudar a enderezar indicadores como la inflación, los precios y reencauzar este gobierno. 

 

DATO

La función será el martes 16 de agosto a las 21.30hs. en el Teatro Sarmiento. Anticipadas online por Entradaweb y cuestan en platea baja fila 1 al 10: $2.800, platea Baja Fila 11 a 18: $2.400, platea baja fila 19 y al 20: $2.000. Pullman: $2.400, gradas Pullman: $2.000.