Hoy, se cumplen 100 años del nacimiento de León Ferrari, el gran artista argentino que defendió los derechos humanos y supo denunciar las desigualdades sociales, las injusticias y la violencia, abordando lenguajes diversos en una fructífera producción -no exenta de polémicas-, parte de la cual se expuso en el Museo Franklin Rawson en 2012 (ver aparte). En su honor, el Museo Nacional de Bellas Artes tenía previsto inaugurar su primera retrospectiva, pero debido a la pandemia, se pospuso para abril de 2022, como explicó Andrés Duprat, director ejecutivo del Museo Nacional de Bellas Artes, a DIARIO DE CUYO.

Considerado al momento de su muerte -el 25 de julio de 2013- como uno de los 5 maestros más provocadores e importantes del mundo según The New York Times, Ferrari hizo a través de su arte una dura crítica hacia las guerras y la religión; y se convirtió en una personalidad querida y respetada por colegas y estudiosos; pero también discutida.

Por su carácter inquieto y curioso, además de trabajar la escultura, los objetos, el dibujo, el grabado, la heliografía y los textos; también acudió al teatro, a la música y a la escritura para plasmar sus ideas.

En sus inicios, debió exiliarse con su familia en San Pablo (Brasil), tras la desaparición de su hijo Ariel en 1976, durante la dictadura militar. Ese triste suceso, estuvo representado de manera muy sutil en la serie a la que llamó "Nosotros no sabíamos", realizada el mismo año, con un centenar de recortes de titulares de diarios sobre noticias de desapariciones y encuentros de cadáveres, que reunió a lo largo de 6 meses.

Ya finalizados los ’80 retornó al país, lo que representó un volver a empezar para este combativo ingeniero que abrazó el arte de grande, cuando ya había atravesado los 50 años de edad.

Como amigo y curador de algunas de sus muestras en Argentina, Duprat lo evocó como "una persona cálida y generosa". El experto lo conoció en la década del ’90, cuando organizó una exposición de sus obras en el Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca, que por entonces dirigía (FOTO). "A partir de allí, lo visitaba siempre que viajaba a Buenos Aires. Nos veíamos mucho", recordó el bahiense que tuvo a su cargo la última exhibición en vida de León, en el Centro Aroldo Conti de Buenos Aires, llamada "Taller Ferrari", en 2012.

"Fue una máquina de hacer", resaltó Duprat sobre el coronado pensador que lució sus producciones en el Museum of Modern Art (MOMA) y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid; y fue galardonado con el León de Oro en la 52da Bienal de Venecia (2007).

"Muchas veces uno ve la genialidad de un artista y no coincide con su persona, pero Ferrari era extraordinario, no sólo por su lucidez y coherencia, sino también por su uso de la ironía y su sentido del humor. No era un hombre al que se temía abordar ni un artista atormentado por sus fantasmas, era un tipo que ejercía lo que proponía con sus obras. Era solidario, tolerante y amigable, atento al otro, sonriente, humilde, siempre veía el vaso medio lleno y aceptaba las opiniones contrarias", recordó sobre el multifacético hacedor, que siendo mundialmente laureado, participaba de muestras colectivas para colaborar con emergentes y colegas.

En sus operativos semánticos, uno de los sellos personales de Ferrari fue poner en diálogo dos imágenes de épocas distintas, "confrontando estampas religiosas con imágenes de las guerras mundiales o de erotismo oriental, o escribir sus cuadros con descripciones de instalaciones; para generar un nuevo concepto", destacó.

Otra de sus constantes fue la provocación. "No era casualidad. Él buscaba hacer reflexionar a los espectadores, que luego de ver su obra, uno saliera con una experiencia diferente o modificada. Buscaba un efecto para que la obra no quedara remitida al mundo del arte", explicó el funcionario sobre el hacer de Ferrari para profundizar las problemáticas de la sociedad: la intolerancia, el abuso de poder, las guerras y las presiones de religiones totalitarias.

Una de las icónicas controversias fue la que quedó en la memoria colectiva con la cancelación y posterior reapertura de su muestra en el Centro Cultural Recoleta en 2004, en pleno reconocimiento masivo. Uno de los trabajos que incitó a los sectores más conservadores fue la conocida como La Civilización Occidental y Cristiana.

"Muchas veces uno ve la genialidad de un artista y no coincide con su persona, pero Ferrari era extraordinario, no sólo por su lucidez y coherencia, sino también por su uso de la ironía y su sentido del humor". Andrés Duprat

"En ese episodio, ingresaron unos fanáticos religiosos al centro cultural y violentaron una de sus obras. La policía hizo el relevamiento y la Justicia los condenó a pagar por daños y prejuicios. En vez de que le retribuyeran a él, León pidió que fueran obligados a pagar ese dinero a la incipiente Comunidad Homosexual Argentina; fue una vuelta de rosca que pinta su increíble agudeza", recordó Duprat haciendo hincapié en el gozo que representaba para él que sus propuestas salieran del ámbito del museo, "porque nada peor para un artista que pasar desapercibido", como manifestó.

Esa escultura de un Cristo de santería, crucificado sobre un avión de guerra norteamericano, que dio la vuelta al mundo, en la actualidad, se exhibe en el hall de entrada del Museo Nacional de Bellas Artes, como avant premiere de la exposición que vendrá en 2 años. Si bien, en 2021, se colgará un adelanto, con el foco puesto en sus obsesiones.

"Como director, sentía que se lo debía. La idea es hacer una reivindicación histórica porque jamás tuvo su exposición individual en este museo. Además de celebrar el centenario, quería reparar desde el Estado lo que en vida no tuvo, pero adelantamos sus presentaciones en Europa debido a que allá los museos ya están abriendo", señaló Duprat acerca de la galería, parte de la cual se prepara para aterrizar en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Vann Abbe de Eindoven y el Pompidou de París, hasta regresar a Buenos Aires para rendirle honores a uno de los artífices más originales y trascendentes de la historia del arte argentino.

 

Los actos en San Juan

En conmemoración de los 100 años de Ferrari, en San Juan, el Museo Provincial de Bellas Artes Frankin Rawson recordará el paso de la muestra Escrito en el Aire, entre diciembre de 2012 y marzo de 2013, con una diversidad de obras en sus salas 1 y 2. "Fue una muestra muy significativa para nosotros. Fue una de sus últimas muestras, porque al poco tiempo, murió", expresó Emanuel Díaz Ruiz, su actual director. 

Es por este motivo que, desde el sábado, el MBPB pondrá en sus redes distintas actividades. Ente ellas, un video homenaje de la exposición en la provincia; compartirá su libro de artista Poesías que se reeditó en el marco de la muestra junto a la Fundación Augusto y León Ferrari y una selección de las donaciones que hizo León en 2009 al museo, correspondiente a las 3 series Observatorio, Nosotros no sabíamos y Nunca más.