Hace más de 10 años que no se realiza en San Juan, tal como señalaron desde la organización. Ausencia nada imposible de entender, considerando que es una obra de gran demanda. Pero la buena noticia es que ese tiempo se acabará el próximo viernes, cuando la imponente Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi comience a vibrar en el Auditorio Juan Victoria. Será con esta pieza, una de sus obras cumbres, que la Orquesta Sinfónica y el Coro Universitario de la UNSJ, junto al Coro de la Municipalidad de Mendoza -bajo la batuta del director alemán Bernhard Wulff- adherirán a los festejos internacionales por los 200 años del natalicio del célebre compositor italiano, que se celebran este año. "El escenario va a recibir a más de 200 músicos, 100 coreutas y algo más de 100 músicos de la orquesta. Es una obra monumental, de largo aliento, que requiere una gran resistencia vocal por parte de coreutas y solistas y notable virtuosismo en los instrumentistas’, comentó a DIARIO DE CUYO Aída Del Cid, subdirectora del Centro Coral (organizador del espectáculo), quien recordó que "desde su primera presentación en la Iglesia de San Marcos de Milán, el 22 de mayo de 1874, cautivó al publico, y desde ese momento comenzaron a surgir nuevas interpretaciones en forma ininterrumpida’.

Aunque él se manifestaba "un poco ateo’, fue con elementos de la liturgia católica que Verdi compuso esta Misa en 1873, durante la pausa que abrió en su reconocida creación operística. Había estrenado Aída en 1871 y regresaría al género en 1887 con Otello. Si bien era una temática que rondaba por su cabeza desde hacía ya tiempo, la idea de Réquiem se concretó tras la muerte del escritor Alessandro Manzoni, a quien el compositor admiraba profundamente y con quien compartía ideales. Pero este Réquiem fue en verdad mucho más que un homenaje al amigo desaparecido. Fue la traducción musical de una serie de planteos existenciales del hombre ante la muerte implacable; y del clamor del hombre ante Dios. El estreno en la Iglesia de San Marcos, que se estremeció al son de Réquiem y Kyrie, Dies irae, Offertorium, Sanctus, Agnus Dei, Lux aeterna y Libera me -partes del Réquiem- tuvo lugar justamente en el primer aniversario de la muerte de Manzoni.

Para los seres queridos

Con este Réquiem, los organizadores rendirá homenaje al Maestro Juan Argentino Petracchini, quien falleció en diciembre del año pasado. Y haciéndolo extensivo a la comunidad, invitaron al público a sumarse a la iniciativa de recordar a sus seres queridos, ya fallecidos, llevando sus fotos al concierto.

"El Maestro Wulff propuso una hermosa iniciativa respecto a que los oyentes puedan rendir un homenaje a través de la música a sus seres queridos que ya no esté en este mundo’, explicó Del Cid, quien agregó que si bien en un principio se pensaba colocar todas las fotos en una especie de panel, finalmente se optó porque cada espectador las tenga en sus manos o regazo, para evitar complicaciones.