Todos los rituales comienzan así: rostros hambrientos se enfrentan a la gran respuesta que buscan y entran en frenético trance. Esta no fue la excepción, tras varias horas de espera -estaba anunciado a las 23 e ingresaron a la 1.30-, Las Pelotas saltaron en el escenario de Luna Morena y el tiempo se detuvo para las 1.500 almas que transpiraron pogos con las venas abiertas de rock. En una hora y media de mística musical y crítica político-social, el combo encabezado por el veterano Germán Daffunchio demostró que para rockear no hay edad y que veinte años -el tiempo que transita en el ambiente- no es nada.

Acompañados de un tecnológico show de luces -que, según comentaron desde la organización, probaron en San Juan y estrenarán en su primer Luna Park el 12 de septiembre-, la informada alineación arrancó motores con una ácida dedicatoria a la Cumbre de Presidentes del Mercosur que tendrá sede en San Juan este lunes y martes, en una velada donde el cantante también cuestionó el porcentaje de regalías que pagan las mineras.

Hubo Pelotas para todos, en medio del humeante y surtido clan de pibes veinteañeros que coincidieron sin problemas con treintañeros y algunos infiltrados que pasaban las cuatro décadas.

El eje estuvo puesto en la granada de climas que propone "Despierta" -11vo. álbum de la banda y el primero tras la separación y posterior fallecimiento de su compañero Alejandro Sokol en 2008- al pasar del reviente rollinga de Saben, La Semilla, Qué podes dar; al soft existencial que destiló temas tan reflexivos como Pasajeros y Personalmente; el toque reggae de Que estés sonriendo y Una tregua; y la amalgama de colores de Oye como vas en No me acompañes, entre otros. También llegó la emoción con el recuerdo al "hermano" Sokol con Ya no estás. Y la electricidad circuló por las cuerdas de las violas que el cantante cambió en varias oportunidades según la tonalidad del repertorio, para no perder tiempo en afinaciones.

Hacia el final y feliz por pisar suelo cuyano, el pelado bromeó con uno de los fans que arrojó una zapatilla al escenario. "¡Te quedaste a pata!", le dijo con gracia.

A las 3 de la mañana, un tributo a los orígenes de la banda con Capitán América y Ojo Blindado para brindar a la salud de Sumo -leyenda y puntapié pelotero-, dieron el toque de gracia a la ceremonia. Los fieles satisfechos, acompañaron la despedida de sus ídolos esperando que Las Pelotas vuelvan a romper las cabezas.