43 años de vida. Más de 2 mil conciertos y 25 giras internacionales en las salas más importantes de todos los continentes. Una treintena de discos grabado por el mundo, varios de ellos junto a artistas de renombre (Bruno Gelber, Marta Argerich y Astor Piazzolla, entre muchos otros). Presencia en varios films (Argentinísima, El Hombre Olvidado, Un Lugar en el Mundo, Vidas Privadas y Manuel de Falla). Y un prestigio ganado de buena ley, dentro y fuera del país. Con estos avales, el próximo jueves a las 21.30 subirá al escenario del Auditorio Juan Victoria la Camerata Bariloche, en el marco de la Temporada del Bicentenario de Mozarteum Filial San Juan.

Considerada como la mejor orquesta de cámara de la historia de la Argentina y la primera en alcanzar prestigio internacional, la Camerata -que junto al Estudio Coral de Buenos Aires acaba de estrenar Catedral, un DVD de música sacra producido por Lito Vitale y dirigido por Carlos López Puccio- está integrada por talentosos 20 músicos, que pondrán a consideración del público un programa que incluirá piezas clásicas como la bella Sonata en Sol Mayor N¦ 1 de Gioacchino Rossini, pero también magníficas obras de la tradición argentina como Adiós Nonino, de Piazzolla; una ruta que profundizaron en los últimos años.

En el recuerdo

Creada en 1967 por iniciativa privada, la Camerata Bariloche arriba a la provincia luego de lamentar dos grandes pérdidas. La más reciente, el mes pasado, la del violinista Fernando Hasaj, a los 52 años. Fue el director uruguayo -de gran formación musical y que sostuvo la batuta durante 17 años- quien la llevó a frecuentar nuevas obras y estéticas. Sin dejar de lado los repertorios barrocos y clásicos, introdujo piezas románticas y contemporáneas que quedaron inmortalizadas por ejemplo en el compacto Nostalgia, que reúne obras de Takemitsu, Stravinsky, Schönberg y De Falla.

Por otra parte, en diciembre de 2009, a los 74 años, falleció en Suiza su creador y primer director, Alberto Lysy. El prestigioso violinista argentino reunió en esta experiencia -en principio financiada por la Fundación Bariloche, pero luego independiente- a colegas que frecuentaban los Festivales Internacionales de Música de Cámara que él organizaba en Buenos Aires; quienes extendían su actuación como docentes en el camping musical de Bariloche.

Lysy dejó la formación en 1971 (lo sucedieron Rubén González, Elías Khayat y Hasaj) y fundó, junto a otros artistas argentinos y extranjeros la Camerata Lysy, con la que también cosechó grandes éxitos.