Después de cuatro años de su última visita, y en medio de la normalización de las giras, el Sexteto Mayor volvió a San Juan. "La aplanadora del tango", como la llaman, actuará esta noche en el Auditorio Juan Victoria como parte de la programación de Mozarteum San Juan (a las 21, entradas $500 en Ignacio de la Roza 161 oeste de 9 a 13). El conjunto musical fundado por Luis Stazo y José Libertella en 1973 (ambos ya fallecidos) es uno de los más famosos del mundo, ha recibido numerosos premios en su historia y como grandes difusores de la obra de Ástor Piazzolla, ha participado este año de los homenajes por el centenario del compositor. A lo largo de su trayectoria, la formación fundacional se fue modificando pero su espíritu permance intacto, algo de lo que se encargan sus actuales integrantes: Mariano Cigna (bandoneón), Manuel Quiroga (violín), Pablo Agri (violín), Adrián Enríquez (piano), Enrique "Quique" Guerra (contrabajo) y Horacio Romo, bandoneonista y director del icónico grupo, quien habló con DIARIO DE CUYO recién llegado a San Juan. 

-Desde su lugar de director, ¿cómo describe el presente del Sexteto?

-Tocamos hace poco en Buenos Aires y yo sentí el otro día que el Sexteto sonó mejor que nunca. Me doy cuenta de que este grupo está más firme que nunca desde lo musical y como grupo somos una familia, somos muy unidos desde hace años, somos todos amigos y eso también hace a la música. Si las relaciones humanas son buenas es una comunión entre nosotros, eso la gente se da cuenta. 

-¿Y es fácil dirigir a un grupo de amigos?

– Cuando entré al sexteto estaban los originales, gente grande, ya fallecidos. Ellos me ayudaron mucho, a medida que fue pasando el tiempo fue muy fácil dirigir al grupo, y cada músico que se va sumando, por cuestiones de vida, cumple la función exquisita que dejaron cada uno de los que ya no están. 

-El mercado lleva a los cruces y fusiones, ¿cómo se mantienen lejos de eso? 

-Lo mantenemos así por la historia del grupo, por el amor que le tenemos y porque el grupo es un emblema en el presente, no es una cosa del pasado que sigue siendo un emblema, hoy por hoy lo es. Es un orgullo y un privilegio ser parte de esto; y lo que pasa con nosotros, es que nos vienen a ver los músicos, somos un ejemplo para músicos jóvenes también que comienzan a formar sus grupos.

-¿Se suman a la audiencia los jóvenes también?

-Sí, a nosotros nos van a ver jóvenes. Yo hace 20 años que estoy en el grupo y me acuerdo que hace 15 años nos iban a ver muchas personas grandes y hoy tenemos gente joven. El público se renueva naturalmente; uno no cree que pasará, pero es natural. 

-¿El tango tiene futuro asegurado entonces?

-Sí, totalmente, nunca se va a terminar como se decía hace muchos años atrás, que iba a morir. Al contrario, el tango no va a morir nunca, está más fuerte, gracias en gran parte a este grupo que recorrió gran parte del mundo, fue una pieza fundamental, tiene que ver con la historia del Sexteto, así como lo que hizo Piazzolla en tantos años de llevar el tango al mundo.

-Y cree que está suficientemente difundido?

-Creo que falta un montón más, es nuestra música, así como el folclore. Falta que los productores tengan interés de hacer más espectáculos de tango, que hagan más programás de tango en la televisión, de radio, y darle la difusión a los músicos de la Argentina. Falta que se la jueguen, ponerle a un aeropuerto Ástor Piazzolla por ejemplo, como en otros paises que valoran a los artistas.