Entre todos los varones que se presentaron para la clase de admisión de malambo en el marco el programa Danza en Movimiento, ayer en el Centro Cultural Conte Grand, el tablado también tuvo perfume de mujer. Allí, este rubro no fue solamente para bota y bombacha gaucha, sino también para falda, cancanes, trenzas y zapato de tacón.
De más de 40 inscriptos, bailarinas provenientes en gran parte de la danza flamenca y también del folclore, todas mostraron su talento para el zapateo.
Siguiendo las pautas de los profesores Sergio González y Juan Manuel Pelletier, uno campeón en el Festival Nacional de Laborde en 2005 y el otro en el Pre Cosquín 2001; ellas marcaron repiques, taco, giros, vueltas y saltos, como cualquier gaucho.
Calificados también por Silvana Moreno, administradora del complejo, y Gabriel Rodríguez, representante del programa; 14 alumnos pasaron al nivel avanzado y otros 14 al de principiantes, para recibir dos clases a la semana, teoría y entrenamiento físico. De ellos, "sólo 4 mujeres pasaron al nivel superior y unas 8 al inicial", destacó González.
Sorprendido por la convocatoria de mujeres, Juan afirmó que "no es frecuente", pero que "es un terreno en el que ellas están incursionando", aunque "le falta la fuerza viril", sostuvo quien trabaja en el Instituto Rocío. En cambio, González subrayó que hace 15 años dicta clases en Iberia, "donde las alumnas zapatean muy bien".
Para ambos, es la vestimenta lo que juega en contra; y el problema es "el zapato" que "no protege el tobillo como la bota en el hombre", manifestaron.
Y, hay otro motivo por el que todavía no se identifica a la mujer con el malambo. "Aunque en algunas academias, ellas ya hacen malambo, el tema es que no está instituido en los festivales nacionales, allí sigue siendo tema de varones".