Vienen de distintas géneros y todos vivieron este logro como un impulso para profundizar la actividad artística que eligieron. Son los ganadores de los concursos que se hicieron en el marco de la "Semana de las Juventudes", organizada por el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social. La banda de funk Vainilla ganó el "Somos música", Blito fue el campeón en las batallas de Freestyle y el dúo de popping formado por José Infante y Walter Molina se consagró en "Talento Urbano", certamen es que se realizaron el Anfiteatro del Auditorio Juan Victoria y que tuvieron su cierre en el Circuito El Villicum de Albardón el 21 de septiembre. Juntos por primera vez, convocados por DIARIO DE CUYO hablaron sobre sus aspiraciones y de qué les aporta este reconocimiento. 


Vainilla surgió en plena cuarentena, son amigos que solían tocar para despuntar el vicio y en pocos meses ya habían lanzado dos singles (Delirios de sillón y Chino negro, en Spotify) y ganado el concurso virtual "Música en casa" organizado por Cultura de Rawson el año pasado; pero no habían actuado en vivo nunca. Ese debut ante el público fue el sábado. "Fue algo sumamente especial no sólo fue el resultado lo que nos generó emoción sino que era la primera vez que tocábamos en vivo", contó Facundo Marín (guitarra). La banda de estilo funk alternativo con influencias de Mustafunk y Red Hot Chilli Peppers, está integrada también por Andrés Rímolo (voz y guitarra), Agustín S. Gómez (batería) y Santiago Median (bajo), todos estudiantes universitarios.


"A medida que fuimos procesando lo que sucedió nos dimos cuenta que es un proyecto hermoso, que tiene mucho potencial. Este es el primer paso, sabemos que no es un camino sencillo el de la música, pero estamos entusiasmados , contentos por lo que se está dando, nos anima muchísimo", se esperanzó Marín, que confesó que no esperaban la recepción que tuvieron sus primeros temas propios. "Delirios de sillón tiene 2000 reproducciones y vemos que nos escuchan en México mucho, es increíble", compartió.


Para Blito, rapero desde los 12 años, su triunfo en el concurso de Freestyle le permitirá proyectarse nacionalmente. "Ganar es algo que siempre estuve buscando, en la escena de San Juan todos buscan tener reconocimiento. Para mí significó un montón porque tuve rivales muy complicados y a los que tengo mucho respeto y cariño, porque a la vez que son mis rivales son mis amigos. Siento felicidad, terminó el evento y me llamaron mis familiares , mis amigos, muy feliz, no tengo otro modo de explicarlo. Cada evento es único y justo me tocó la posibilidad de ser campeón", dijo Pablo Pérez que hoy tiene 19 años y que hace 7, cuando necesitó un pseudónimo para su primera competencia, se puso Blito, el final del diminutivo de su nombre. "Cada competidor tiene una faceta artística y la mía tira más para el rap, pero en la batalla hago trap y a la gente le gusta" contó el joven para quien haber resultado ganador sirve para seguir creciendo. "Potencia las ganas de seguir y expande la cantidad de gente que me va a conocer aquí y a nivel de otros premios y competencias. Gané dos cupos para el nacional del Freestyle, ya estoy clasificado y voy a representar San Juan cuando se haga, que no hay fecha aún". 


Todas las competencias que se hacen de Freestyle -dijo- están relacionadas a la FMS liga profesional de freestyle y sus representantes en la provincia organizaron este concurso en el marco de las actividades programadas por el ministerio de Desarrollo Humano. Blito destacó el hecho que se haya incluido el género en los festejos por el día del estudiante: "Me pone contento porque siento que supieron reconocer que la juventud apunta al freestyle. Antes de la cuarentena los eventos de freestyle explotaban de gente, es un reconocimiento inmenso". 


Desde los ritmos urbanos, el reconocimiento fue vivido con emoción por Infante y Molina. "Significa un comienzo para poder expandir el popping. Antes de la pandemia estábamos trabajando en eso y hacerlo de manera independiente es difícil" dijo Infante que contó que esté género empezó a hacerse a partir de las capacitaciones de mendocinos en 2013 y que tuvo un despegue, pero expresó que ahora él y Walter son dos de los tres únicos que practican esta disciplina. "Estamos refelices, nos dedicábamos sólo a competencias y lanzarnos a los shows y en un evento tan grande nos hizo sentir motivados a seguir mostrándonos y que gente nueva se sume", dijo Walter. 


Aunque el popping se basa en la improvisación, explicó José, para esta participación en el concurso trabajaron juntos en una coreografía en el medio dejaron un espacio para el estilo libre y hace su "solo" de popping. Para bailar este ritmo se usaba funk y ahora directamente existe el popping beat que muchos músicos producen para esto. "La idea es juntarnos en espacios públicos si alguien nos ve, pueda preguntar, aprender las bases del popping que divulgamos sin costo y después si alguien quiere profundizar puede tomar clases". 


Disfónicos, agotados aún por la adrenalina que pasó por sus cuerpos y felices por haber podido actuar en vivo, para ninguno de estos ganadores fue un concurso más, sino un trampolín para seguir persiguiendo sus sueños.