FOTOS MARCOS URISA

Con su ropa de gala, estuche en mano, iban llegando los artistas. Eran chicos y chicas de 11 años en adelante, participantes del Festival Indiana 2022 que ayer subieron al escenario principal del Teatro del Bicentenario para la clausura de una nueva edición del programa de formación musical que lleva adelante el coliseo local con la Jacobs School of Music. 


En los pasillos internos y salas de ensayo se respiraba un clima de tranquilidad, concentración, pero también a pura adrenalina.

Pasión. Tomás llegó con la camiseta puesta. 


Sofia y Catalina conversaban animadamente. Aseguraban que no querían seguir practicando para no cansarse. Es la segunda vez que participan y se las notaba confiadas.  


Enérgicas y sonrientes, un grupo de jóvenes violistas practicaba un segmento de su actuación y al terminar lanzaron una exclamación a coro, orgullosas. Más lejos, solo, Mateo practicaba. Está "algo nervioso' confesó. Tiene 12, es de Sarmiento, y tiene una hinchada propia en la platea.

Violinistas. Sofia, Catalina y Mateo, en la previa. 


La tarde estuvo inevitablemente atravesada por el triunfo de la Selección argentina en Qatar y muchos de los músicos llegaron enfundados en la camiseta albiceleste. Incluso, Corey Christiansen, el guitarrista norteamericano de Indiana, llevaba una con el nombre de Messi. 


Cuando llegó la hora, se abrió el telón y el Festival Indiana 2022 comenzó a despedirse, después de un encuentro intenso, el primero después de la pandemia.

Rockero. El concierto abrió con Corey Christiansen y sus alumnos.


Distribuidos en ensambles de violines, solistas de viola, dúos de viola y piano o piano a cuatro manos, los participantes estaban listos para ofrecer su interpretación al público, con el respaldo de los maestros de Indiana encabezados por la prestigiosa Mimi Zweig, quienes habían puesto su ojo clínico en ellos toda la semana. 


Al cierre de este edición comenzaba a sonar la música de estos jóvenes talentos y allí estaba, con el alma abrazando un sueño.