Buenos Aires, 1 de junio.- Los restos del músico y compositor de tango Rubén Juárez, fallecido ayer a los 62 años, fueron inhumados esta tarde en el Cementerio de la Chacarita tras una intensa jornada donde amigos, familiares y colegas lo recordaron con emoción.

El velatorio iniciado anoche, se extendió hasta las 10 en el Salón Presidente Perón de la Legislatura porteña donde un bandoneón encabezó el féretro pintado de celeste y blanco, los colores de su amado Racing Club de Avellaneda.

Por el ámbito que se ganó por haber sido distinguido como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, pasaron a testimoniar afecto y dolor figuras de la talla de Teresa Parodi, Raúl Lavié, Guillermo Fernández, Lito Cruz, Alejandro Apo, Susana Rinaldi y Chico Novarro.

En charla con Télam, el bandoneonista salteño Dino Saluzzi dijo que Juárez ‘fue una gran persona, un gran artista y un músico extraordinario. Ojalá que no pase al olvido como le ha sucedido a otros grandes”.

Tras el tributo callejero en el centro porteño, el cortejo con destino final en el Cementerio de la Chacarita se detuvo en la intersección tanguera de Corrientes y Esmeralda donde una nutrida concurrencia le regaló un cerrado aplauso a la vez que se descubrió una placa recordatoria.

Hacia el mediodía se realizó un oficio religioso en la capilla del Cementerio de la Chacarita donde el bandoneonista, cantante y autor de reconocida trayectoria que había nacido en Córdoba el 5 de noviembre de 1947, recibió otro emotivo aplauso.

Luego del responso, el féretro se dirigió al crematorio de la necrópolis para cumplir con el deseo de Juárez y de sus familiares
El artista, de 62 años, que desde su intensidad interpretativa y su profundo amor hacia la música ciudadana, se erigió en una suerte de puente entre los músicos de su generación y la vanguardia del tango, falleció ayer por la mañana debido a un cáncer de próstata que lo aquejaba desde hace años..-