Por octavo año consecutivo, el Laboratorio de Sorpresas sigue dando alegría a los chicos en las vacaciones de verano. Esta vez, la colonia artística que promociona la Municipalidad de Capital, volvió después de mucho tiempo a su sede original, el predio de la antigua estación de trenes del Ferrocarril San Martín. En versiones anteriores anduvo por uniones vecinales, salones gremiales y otros espacios, pero ahora está de regreso al terreno donde nació en 2011. Alrededor de 130 niñas y niños de 5 a 12 años que provienen de diferentes barrios de Capital y otras zonas del Gran San Juan, se benefician con este servicio cultural en el que aprenden disciplinas artísticas como la música, el teatro, la danza y las artes plásticas, de lunes a viernes. 


La colonia se puso en marcha hace una semana y ya hay avances en cada uno de los talleres; pero además se toman un recreo para tomar la merienda y ponerse a jugar. Incluso hasta hay tiempo para chayar, cuando las altas temperaturas de la mañana sanjuanina no dan respiro. 

La colonia va por su octavo año consecutivo con un exitoso proceso de integración de varias artes, con el juego y contenidos culturales, dirigido a los más pequeños en verano.


Todos los días funciona una especialidad diferente, con dos profesores dedicados: Jhonatan Barquiel y Rafael Tapia (música); Javier Novato y Florencia Díaz (danzas); Celia Araya y Alicia Deymie (plástica); Gema Vila y Jhoana Rojas (teatro) y la producción y dirección general de Celeste Castro.


'En este momento (por ayer) hacemos tareas de percusión corporal y armado de instrumentos con materiales usados y reciclados que traen de la casa. Trabajamos el lenguaje de señas y se hace muy intuitivo, la pasamos relindo con los chicos, armamos temas musicales para que se sientan identificados y la pasan muy bien, se sorprenden con lo que pueden hacer con las cosas cotidianas', dijo el profe Barquiel, del taller musical.


Además, todos los viernes hay clases especiales: el primero fue de acrotelas, con Pamela Silva y Maru Gómez; hoy habrá una charla con trabajadores del Museo de la Memoria Urbana; y el próximo será de literatura (con Inés Eguaburo). Luego le seguirá una clase de historia; también huerta orgánica con Victoria García y después de dramaturgia con Celeste Castro. Todo estará en función de la obra de final del ciclo, que se dará el domingo 18 de febrero en la Plaza del Bicentenario. Allí los chicos representarán una puesta escénica móvil, que intervendrá varios espacios de la plaza, desde la explanada del TDB, el andén y el frente de la estación, hasta culminar en el anfiteatro El Globito.


El contenido de la obra, tratará sobre la historia de viajes, de cartas, de inmigrantes y del tren en la provincia, como una función de teatro popular y comunitario. Y los chicos aportarán con su trabajo, de manera colectiva, a la conformación del espectáculo, así que será un proceso entretenido e interesante. A lo largo de la obra, pondrán en práctica todos los conocimientos sobre expresión corporal, ejercicios físicos, actuación, formación como espectadores, coreografías, confección y diseño de vestuario, instrumentación y canto; que aprendieron en la colonia. 



Fotos de Marcos Urisa y Laboratorio de Sorpresas