En paz con la vida
En una profesión donde la imagen importa, la actriz temía envejecer.
En una profesión donde la imagen importa, la actriz temía envejecer.
Bien es sabido que Hollywood es demandante a nivel imagen, sobre todo para las actrices, que luchan contra reloj por mantenerse jóvenes y hermosas. Y este mandato no ayudó para nada a la bella Gwyneth Paltrow, quien supo confesar que uno de sus máximos temores era envejecer. Y "era", así en pasado, porque afortunadamente contó que supo vencerlo. No se sabe si fue a tono con este rollo que Gwyneth lanzó su línea de belleza y bienestar y se convirtió en una verdadera gurú del tema; pero lo cierto es que aunque gusta verse bien, ya dejó de ser una obsesión rayana en la fobia.
A punto de cumplir 47 años -el 27 de septiembre- la actriz y cantante estadounidense -que ganó un Oscar y un Globo de Oro por su interpretación en Shakespeare enamorado- explicó que siempre se sintió "bastante cosificada". "Como si los demás sólo me definieran por mi físico, algo que metes en una caja y te lo llevas a casa. Y eso ha provocado que durante muchos años me haya preguntado qué iba a pasar conmigo cuando me hiciera mayor (...) Me refiero a cuando empiezas a tener arrugas, cuando se acerca la menopausia y todo eso que en teoría te hace menos bella y menos atractiva", dijo. Pero fue ella misma quien encontró la respuesta: aceptar las reglas de la vida. "Afortunadamente llegas a un punto en el que de alguna manera empieza a desvanecerse tu preocupación por la pulcritud y empieza a florecer tu belleza interior. Es un cambio muy divertido", sostuvo.
Una belleza clásica, podría definirse a Gwyneth. Ejemplo es cómo luce su cabello, que no ha cambiado más allá de un corte tranquilo o una leve variación de su rubio.