Vizcaíno con el original del proyecto de reedificación del templo de Santo Domingo, que considera la joya de los documentos que incluyó en su nuevo libro.

¿Cómo era, desde el punto de vista arquitectónico, el San Juan de antes del terremoto del '44? ¿Cómo eran sus edificios? ¿Qué tipo de construcciones predominaban y qué estilos? ¿Qué pasó luego del impiadoso movimiento telúrico? ¿Cuándo llegó la corriente europeizante? ¿Quedó algo de todo aquello? Estas son apenas algunas preguntas que quedarán esclarecidas luego de ver y leer las 187 páginas de "Arquitectura recobrada. Dibujos de un San Juan olvidado", de Marcelo Vizcaíno. Se trata del primer libro publicado en el país del arquitecto sanjuanino, cuyo proyecto ganó dos becas del Fondo Nacional de las Artes -para investigación y diseño- además del apoyo de la Universidad y del Colegio de Arquitectos; que será presentado el jueves próximo en el MHU (ver aparte) y que reúne más de 80 imágenes. Documentos originales, muchos inéditos, que el autor fue recopilando en una investigación personal a lo largo de siete años. Dibujos y pinturas hechos a mano -propio de aquellos tiempos- de edificios, fachadas y detalles de cómo era o cómo se pensaba la provincia en las últimas décadas del siglo XIX y hasta mediados del XX; y que, ordenadas en una línea de tiempo, tejen un San Juan desconocido que atrapa y asombra, un verdadero tesoro desde el punto de vista patrimonial.

Detalle del portón de la Escuela Normal de Maestros (1908).


La génesis es la pasión de Vizcaíno por el dibujo a mano, en contraste con la arquitectura computarizada. "Me encontré por casualidad con unos muy interesantes de 1880, de un cronista viajero, y me surgió la idea de rastrear la arquitectura de la ciudad anterior, por así decirle; dibujos de arquitectura de edificios que existieron antes del '44 y poco a poco me fui encontrando con otras cosas muy valiosas, como dibujos de edificios que se construyeron, otros que no, algunos desaparecidos con el terremoto, otros demolidos o que fueron modificados. Hay dibujos muy arquitectónicos, acuarelas, dibujos a mano alzada, de todo", contó a DIARIO DE CUYO el profesional, que con humor señaló que los vericuetos de la investigación en sí son dignos de una serie de Netflix. "Hoy la arquitectura está tan neutralizada en computadoras y fotorrealismo que ver esos dibujos era como un cariño. Para mí, como un tributo al dibujo construido a mano y que devino en algo más, porque comenzó a desplegarse como una historia gráfica de la ciudad anterior de la cual no se habla, porque acá hubo un olvido consensuado al respecto. La gente puso su tragedia personal o familiar ante todo y nadie quiso hablar más del tema", señaló el académico e investigador radicado en Chile, que cuando reparó en todo el material que tenía, dijo "esto tiene que ser un libro". Y fue por más. "Cuando empecé a hacer esta historia dibujada de la arquitectura sanjuanina pre terremoto del '44, encontré que había vacíos que podía investigar. Como arquitecto y como sanjuanino, para mí era como un deber hacer algo con esa ciudad de la que nadie habla; y este es un primer paso para esa memoria material que, cuando no la tenemos, de alguna manera hay que recuperarla", expresó.

Chalet Graffigna, acuarela de la fachada (1925).


Con fuerte tinte simbólico, el libro parte de la vieja estación de trenes, mostrando incluso su primer diseño de estilo inglés, distinto al italiano con el que se construyó. "Con la llegada del tren cambian la idiosincrasia y las aspiraciones: dejar de ser una aldea colonial, eso está en estos dibujos. Esa cosa pueblerina comienza a cambiar porque desde Buenos Aires empieza a llegar una ola más europeizante. Además en torno a esos años la profesión se empieza a reconocer con una formación que venía de Francia, San Juan empieza a vincularse y empiezan a llegar otras ideas", explicó.

Proyecto de la Escuela General San Martín (1913).

Entre las perlitas que atesora el libro -que va desde 1884 hasta 1956; y que también refleja las modas de la época- está, por ejemplo, que la Escuela Normal Sarmiento tuvo cinco proyectos anteriores, que el frontis de la vieja Escuela San Martín (donde funciona el Museo Histórico Gnecco) era un pedacito de París y tenía una segunda planta que no se realizó; que hubo un proyecto de ampliación estilo hispano -"espantoso", calificó- de la Casa de Sarmiento; que la fachada de la Biblioteca Franklin del año '42 -que no se concretó- era como un partenón griego; y que en un San Juan "chato" por entonces, impactó el cine-teatro Estronell con sus cinco niveles, pergeñado por el arquitecto suizo-italiano que hizo el Ópera en Buenos Aires. Pero para Vizcaíno, la joya del libro es el original del templo de Santo Domingo, que encontró casi de casualidad. "Un dibujo precioso de 1896, firmado por su constructor. El libro ya estaba en imprenta ¡y paré la impresión porque eso tenía que estar!", sonríe. 


Con prólogo Pablo Castro, arquitecto local muy respetado en Nueva York, esta narración gráfica en la que se erige "Arquitectura recobrada. Dibujos de un San Juan olvidado" resalta en definitiva, el punto de inflexión que significó el terremoto del "44, también en este terreno. "Es el paso a la adultez. Tras la tragedia se dio la posibilidad de construir esa ciudad de verdad; y con eso me refiero a una ciudad planificada, que respondía al clima y a otros elementos", consideró Vizcaíno. "Pero en el fondo, el libro es un homenaje a esa ciudad que no está", concluyó. 


 EL DATO 

La cita es el jueves 25 de noviembre, a las 21 hs, en el Museo de la Historia Urbana (gratis). Introducción de Laura Valdivieso, música en vivo de Martina Flores y exposición de algunos dibujos.