Curvas para ellos con la imponente belleza de Sabrina Rojas y la dulzura angelical de Paula Cháves; y para ellas, la infaltable fibra contorneada de Cristian Sancho que lució su impecable tabla de lavar abdominal para el suspiro de las sanjuaninas que coparon tanto el sector vip como la tribuna de la popular de "Bajo las estrellas", el desfile show que montó Patio Alvear el viernes pasado en la Av. Libertador, con acceso gratuito.
Una serie de cuerpos engarzados en bikinis bancas y pelucas de románticos peinados agrisados, abrieron la pasarela en medio de luces láser, humo y antorchas de fuego.
Con sus largas ondas al viento, espléndida y una sonrisa de oreja a oreja, Sabrina arrancó el desfile en ropa de dormir y, en sus varias pasadas, la mendocina puso su cuota de desinhibida seducción.
En sus larguísimas piernas, no disimulando su lesión en su dedo meñique izquierdo y super espontánea, una Paula muy "glam" se bajó de la pista de Bailando por un sueño para recorrer el escenario y prestarse al juego, respondiendo con mímica a las preguntas del animador sobre su pretendiente Peter, y la relación de su padre y Graciela Alfano.
Entre las tendencias que se vienen en ropa casual -impuestas por calzas, minis, camisolas, cortístimos shorts y, sobre todo, mucho jean-, trajes de baño, lo último en confecciones de noche y en taquísimos en madera, quien, de verdad agitó el avispero fue Sancho. El modelo rosarino, que impactó en la TV por personificar a un futbolista gay en Botineras (Telefe), provocó una turba de alaridos que cayeron rendidos a las tablas. Es más, con el transcurso de la noche, la platea fue calentando motores y se animó a más. Niñas, adolescentes y hasta algunas cuantas maduritas prefirieron dejar sus asientos y colgarse de la pasarela para capturar sus movimientos y suplicar contacto con el divo que hasta aceptó a desprenderse de su camisa para exhibir sus impecables abdominales y contentar a sus fans, prácticamente un rito para él.
A cielo abierto, la noche finalizó a las 00 con estas tres figuras de la moda saludando a su público en medios de una lluvia de papelitos y aplausos.