Luego del positivo de Andy Kusnetzoff, Flor Vigna tuvo que someterse a la prueba del hisopado de Covid-19, al igual que el resto de los invitados al último programa de "PH: Podemos Hablar": Benito Fernández, Romina Malaspina y Christophe Krywonis. En las últimas horas, cada uno de ellos fue confirmando sus resultados, lo mismo que la actriz, que además sumó un video en el que muestra cómo fue el momento en el que le realizan la práctica médica.

"Me hice el hisopado y dio negativo. Gracias Telefe y Kuarzo por cuidarnos al extremo con medidas, protocolo y estudios", escribió la exconcursante del "Bailando por un Sueño" en un posteo en Instagram, junto a las imágenes.

En el video, se ve primero cómo una persona del servicio sanitario con guantes le toma una muestra de la saliva que extrae con un hisopo de su garganta. Al terminar, con expresión de alivio, Flor exclama: "¿Eso solo era?". Sin embargo, a continuación le indican que aún falta la segunda toma del muestreo. Es entonces cuando se ve cómo le practican el hisopado por los orificios nasales.

Al terminar, Flor dijo: "No duele pero es como que a uno le sube algo... Lloro, pero no es dolor", manifestó. En la publicación a la que recurrió para compartir su experiencia, la ex de Nico Occhiato también quiso enviar un mensaje de reflexión y serenidad a sus seguidores ante estos particulares momentos de aislamiento y temor a contraer la enfermedad.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Me hice el hisopado y dio NEGATIVO♥️ Gracias Telefe y Kuarzo por cuidarnos al extremo con medidas,protocolo y estudios. Justo hoy en un ejercicio de meditación me tocó esta bella fábula y me pareció hermosa para compartirla tanto para malos momentos cómo buenos. La dejo por aquí ������ Había un rey y una vez le dijo a los sabios de la corte "Tengo un anillo con uno de los diamantes más finos del mundo y quiero escribir un mensaje debajo de la piedra que pueda ser útil en una situación de extrema de desesperación. Daré este anillo a mis herederos y quiero que sirvan fielmente. Piense en qué tipo de mensaje servirá para este propósito. Debe ser muy corto para caber en el anillo ". Los sabios sabían cómo escribir tratados, pero no se expresaban frases cortas. Pensaron y pensaron, pero no pudieron encontrar nada. El rey se quejó del fracaso de su aventura con un viejo y fiel sirviente que lo crió desde la infancia y era parte de la familia. Y el viejo le dijo: "No soy un sabio, no tengo educación, pero conozco ese mensaje. Durante muchos años en el palacio, conocí a mucha gente. Y una vez serví a un místico visitante a quien tu padre invitó. Y él me dio este mensaje. Simplemente no lo lea, páselo al artesano y solo ábralo cuando no haya salida ". El rey escuchó al viejo y fiel servidor. Después de un tiempo, los enemigos atacaron el país y el rey perdió la guerra. Huyó de su caballo con los enemigos que lo perseguían. Estaba solo y había muchos. Condujo hasta el final del camino, solo para llegar a un enorme acantilado muy profundo delante de él. Si caía allí, sería el final. No podía regresar, los enemigos se acercaban y ya podía oír el ruido de los cascos de sus caballos. No tenía salida y estaba completamente desesperado. Y luego recordó el anillo. Reconociendo que había llegado el momento de mirar debajo de la piedra preciosa, encontró una inscripción: "Esto también pasará" Después de leer el mensaje, sintió que todo estaba en silencio. Al parecer, los perseguidores se perdieron y procedieron en una dirección diferente. Los caballos ya no se oían. ����Sige en los comentarios ��

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"Justo hoy, en un ejercicio de meditación, me tocó esta bella fábula y me pareció hermosa para compartirla tanto para malos momentos como buenos. La dejo por aquí", indicó.

Y compartió el texto: "Había un rey y una vez le dijo a los sabios de la corte: 'Tengo un anillo con uno de los diamantes más finos del mundo y quiero escribir un mensaje debajo de la piedra que pueda ser útil en una situación de extrema de desesperación. Daré este anillo a mis herederos y quiero que sirvan fielmente. Piense en qué tipo de mensaje servirá para este propósito. Debe ser muy corto para caber en el anillo'. Los sabios sabían cómo escribir tratados pero no se expresaban frases cortas. Pensaron y pensaron, pero no pudieron encontrar nada. El rey se quejó del fracaso de su aventura con un viejo y fiel sirviente que lo crió desde la infancia y que era parte de la familia. Y el viejo le dijo: 'No soy un sabio, no tengo educación, pero conozco ese mensaje. Durante muchos años, en el palacio, conocí a mucha gente. Y una vez serví a un místico visitante a quien tu padre invitó. Y él me dio este mensaje. Simplemente no lo lea, páselo al artesano y solo ábralo cuando no haya salida. El rey escuchó al viejo y fiel servidor. Después de un tiempo, los enemigos atacaron el país y el rey perdió la guerra. Huyó de su caballo con los enemigos que lo perseguían. Estaba solo y había muchos. Condujo hasta el final del camino, solo para llegar a un enorme acantilado muy profundo delante de él. Si caía allí, sería el final. No podía regresar, los enemigos se acercaban y ya podía oír el ruido de los cascos de sus caballos. No tenía salida y estaba completamente desesperado. Y recordó el anillo. Reconociendo que había llegado el momento de mirar debajo de la piedra preciosa, encontró una inscripción: 'Esto también pasará'".