Flor de la V sorprendió a sus seguidores con un posteo donde habló de un tema muy íntimo. Con varias postales desde la playa, se refirió a aquellos años en los que se iba de vacaciones y se escondía adentro de la carpa porque se sentía incómoda por la presión de la mirada de los demás.

Después de tanta discriminación, la capocómica reconoció que hoy vive y disfruta de su cuerpo con plenitud. Sin embargo, cuando hace memoria se le vienen muchos recuerdos incómodos. “Muchas chicas se preocupan por algunas estrías o un poco de celulitis: imagínense cómo se sentirían ustedes si todas las miradas fueran constantemente a sus genitales. Muches tienen una obsesión con la entrepierna de las mujeres trans. ¡Sí! La idea fija… si se nota algo, si estamos operadas, ¿cómo hacen? ¿Por qué preocupa tanto eso?”, expresó en su posteo.

Luego agregó: “Para todes les interesades, les cuento, se llama truquín o trucar. Y sí, puede ser doloroso. Las mujeres trans lo hacemos por legítima defensa, si no cumplimos con los estándares cis-normativos de la femineidad, somos castigadas. ¡Tenemos que empezar a generar mejores maneras de pensar y actuar el género!”.

La actriz, que se encuentra haciendo temporada en Villa Carlos Paz junto a Flavio Mendoza, dejó en claro que el mejor cuerpo no es aquel que se ve en las revistas, sino el de las personas que viven gozando, sintiendo y tomando decisiones que no dependan de la mirada ajena.

“Lo importante es que si queremos un mundo más amoroso y empático, trabajemos para que la multiplicidad (y no la homogeneidad) del cuerpos sea lo asumido como norma”, concluyó.

A mediados de 2020, en una entrevista con la revista Gente, Flor se animó a contar por qué jamás se operó. Sus palabras fueron contundentes: “En ningún momento se puso en duda: a mí no me interesa ser mujer. Me hubiera operado si fuera así. Soy una mamá travesti y lo digo con orgullo. Ahora tengo una voz y tienen que respetarme. Estoy orgullosa de ser una travesti argentina. Mi condición me dio todo: soy querida, pude construir una profesión y nunca me faltó trabajo”.

Con los años logró hacerse fuerte y enfrentar a quienes querían pisotearla o burlarse de ella, pero en sus inicios la pasó muy mal. “Me daba vergüenza cuando me ofendían. Sufrí, aprendí y hoy puedo transmitírselo a mis hijos. Hoy siento que no es suficiente con estar en los medios: Tengo que hablar de mi colectiva. Reclamar por el cupo laboral trans, pedir que dejen de matarnos y que la gente se ponga en nuestro lugar”, precisó.

Fuente: TN