Florencia Peña estuvo como invitada a Perros de la calle, en Urbana Play 104.3, y se sinceró sobre su operación de reducción de lolas que se hizo cuando era una adolescente. Aseguró que con el tiempo se dio cuenta de que lo podría haber evitado.

En su charla con Andy Kutnetzoff, el conductor del ciclo, salió el tema de la identificación de Florencia con el feminismo. “Si bien yo no militaba el feminismo, ni estaba en ghettos feministas, mi estilo de vida era feminista. Nunca un tipo me dijo qué me tengo que poner, qué decir o qué no decir. Alguno que otro trató, pero no pudieron por suerte”, explicó.

Luego, añadió que le “costó aceptar que era una mina sexual”. En ese punto, Andy le mencionó que la actriz se enfrentó a comentarios sobre su físico en sus comienzos. “Empezó medio como un trauma tu carrera con la pechocha, ¿no?”, consultó el conductor. “¿Medio nomás? Bastante trauma”, dijo Flor.

“Yo me saqué. Quizás con la cabeza de hoy me las hubiera dejado. Pero en ese momento, no me las podía bancar. No las podía sostener”, agregó. “¿Qué es lo que no sostenías? ¿Las miradas de los tipos?”, preguntó Andy. “La mirada de los tipos ni hablar, porque me ponía remeras para que no se me notara”, contestó la actriz.

“Yo tenía 16 años. A mí me crecieron las tetas a los 14. Yo siempre cuento, tuve fiebre y me crecieron las tetas. Me lo toman a la chacota, pero esto es real. Yo me enfermé, estuve como 15 días en cama. Cuando me levanto, me veo en el espejo y mi vieja me dice ‘Dios mío, te crecieron las tetas’. Tenía dos gomones. Debe haber sido que las hormonas. De verdad, mi mamá se preocupó”, explicó.

Después, detalló cómo sufrió en la adolescencia por el tema. “Yo era la tetona del grupo. Y en esa época era horrible. Porque además, todos los pibes querían bailar conmigo para apoyarme los codos. Pero no sólo fue por eso que también era una carga. Fue porque yo quería ser actriz y sentía que no me iban a tomar en serio con las tetas que tenía”, manifestó.

“De hecho, en Son de Diez, a los 16 años yo era la pechocha, que era una mezcla de preciosa con pechos. El apodo me lo puso un actor, Luis Mazeo, que ya no está, se murió. Me lo puso inocentemente el apodo y quedó porque el programa medía 45 puntos”, agregó.

Luego, explicó que cuando tenía 18 años tomó la decisión de operarse. “No podía más. No aguantaba más”, dijo. “Yo venía ya soportando desde los 14 una cuestión escolar que hacía que yo no me sintiera cómoda. Y la terminé de rematar cuando me hice mega famosa por las tetas. He escuchado cosas siniestras. ‘Ahora que se operó las tetas no va a trabajar más’. Era un montón”, sostuvo.

Además, afirmó que sintió “alivio” luego de la operación. “Era algo que me distinguía y yo tuve que trabajar con mi cabeza y en terapia que yo podía ser distinta por otras cosas. Que no necesitaba las tetas para ser. Me hubiera gustado hacer ese trabajo mental sin habérmelas sacado, pero era otra época”, remarcó y recordó que en ese momento estaba de novia con el actor Diego Olivera.

Después, explicó su arrepentimiento de operarse. “Mi familia bancó porque me vieron muy contundente en mi necesidad de sacármelas porque de verdad para mi era una carga. Ahora con el diario del lunes, digo ‘qué pelotuda’. A veces uno piensa la vida para atrás con la experiencia, pero en ese momento no tenía esa cabeza ni ese tránsito”, dijo.

“Hoy diría otra cosa: ‘tengo tetas re grandes y me la re contra mil banco’ como hago con otras cosas. Ya a esta altura de mi vida, tengo 48 años, la verdad que me costó mucho aceptar quien soy y quien quiero ser. Porque vengo de una familia muy tradicional, tengo muchos mandatos encima, porque soy mina, porque siempre me la banqué sola, soy una mina muy independiente”, cerró.