¿Se acuerda de la novela La Gata Salvaje? Bueno, en este caso, parece que hay una que otra coincidencia. Esta escultural morocha llamada Magalí Mora que la rompió en la revista Regatos Salvajes, será una verdadera bomba sexual para el ratoneo masculino pero… no es ningún michifuz domesticado.

Además, "Maga" es muy enamoradiza y tiene un extenso historial, lo que le trae problemas. Es más, uno de sus ex, ex, es nada más y nada menos que Leo Fariña, aún en prisión por evasión tributaria y de quien ya se divorció la bella Karina Jelinek; y otro de sus romances terminó en un escándalo botinero con el futbolista Román Martínez.

Pero para copar cámaras, la morena se encargó de atender y llamar "gato con pedigree" a Gisela Bernal, ya que se la vincula sentimentalmente al productor, ex pareja y padre de su hijo, Ariel Diwan. Y los arañazos fueron y vinieron.

Después, le tocó el turno a Barbie Vélez. A la vedette se le erizó el lomo cuando la vieron que mostraba su amor con Federico Bal desde México, uno de sus ex.

Tras mostrar chats de WhatsApp, donde expuso que su relación con el hijo de Carmen Barbieri fue "casi" en simultáneo con el noviazgo con Barbie, la mediática se refirió a la veinteañera: "Ella es muy linda, pero no me como el papel de santurrona y de mosquita muerta, menos viniendo de la madre que tiene. Ella es divina, hermosa, pero no me creo ese papel de pobrecita, de inocente. De hecho, se lo viene agarrando a Fede hace rato. ¡Que se hacía la difícil, no me jodan!". ¡Uy! Qué se prepare para el contraataque de Nazarena, el round puede ser para alquilar balcones. La Mora tiene la lengua más afilada que la motosierra de Jason y ni hablar de sus uñas, peor que Wolverine. Sálvese quien pueda.