María Belén Hidalgo es una argentina hermosa. Pero ni sus 1,78 metros de estatura, ni sus medidas perfectas (90-61-91) y ni siquiera sus fotos casi asesinas en varias revistas o en su generoso Facebook se hubieran convertido en "la" noticia si no fuera porque la puntana (hizo carrera en Córdoba, pero nació en Justo Daract) es otro clásico ejemplo de "la hermana de…", "la madre de…", "la tía de…". Sí, más que como modelo o conductora de televisión (¿alguien la tenía de ahí?), María Belén Hidalgo, saltó al tapete por ser la cuñada del flamante presidente de Chile, Sebastián Piñera Echenique. Y para más, es la esposa del hermano veleta del primer mandatario, el benjamín Miguel, más conocido como "El Negro"; un conocido músico y empresario noctámbulo, al parecer bien sibarita, a quien la prensa del vecino país señala como "la oveja negra" de la familia (ver aparte). Bastó ese par de "datitos" para que todo el historial de la muchacha -poses hot en revistas y videíto amateur caliente en la web, con una amiga y justo en la primera vuelta de las elecciones (ella dice que se filtró un ensayo de un show… ¡en ropa interior!)- comenzara a circular como pan caliente por ambos lados de la cordillera de los Andes.

27 años menor que él, la rubia conoció a su actual marido -como no podía ser de otro modo- una noche de boliche de Viña del Mar. El flechazo fue rápido, él la invitó a ir a la playa al día siguiente, ella aceptó, noviaron tres años y hace cinco se casaron. Luego de algunas crisis y amenazas de ruptura (por celos del Negro, tal como reseña la prensa chilena), hoy siguen juntitos y son el blanco de los paparazzis y la prensa, en la que él derrocha simpatía y ella se anima a comparar a la primera dama trasandina (o sea, su concuñada Cecilia) con Cristina K, a la que definió como vanidosa.

Así las cosas, la fama le sonríe a Belu, cuyo pasado nada en la web como pez en el agua; y le depara un presente -parentesco vip mediante- de flashes y portadas. Basta tipear su nombre para que aparezcan, por ejemplo, sus ratoneras producciones para la revista Hombre, donde supo hacer declaraciones picantes, como que la parte que más le gusta de su cuerpo es su "cola gordita" (cualquier semejanza con Francese es pura coincidencia), que disfruta de sus sesiones de masajes con El Negro… y mucho más del segundo tiempo; y que una vez mantuvo relaciones un día entero de corrido. También se cuenta que una vez, invitado Charly García a un cumple de Miguel (a quien -se dice- le pidió prestados sus músicos), Belén y otras chicas bailaban en el escenario y el rocker argentino las sacó zumbando. "Ustedes no son artistas, bájense del escenario, perras", les espetó el ex Sui Generis que -trascendió- se habría tirado un lance con la puntana, y como no pudo ser… En definitiva, el exabrupto ofuscó al cumpleañero y comentan que fue García el que terminó de patitas en la calle.

En fin, "la Belencita" había confesado (aunque no hacía falta) que quería trascender y sobre todo en la TV. A juzgar por las leyes que imperan, condiciones no le faltan. Y encima ahora -aunque no sea para entrar al Gabinete presidencial- tiene la puerta abierta. Aprovechá gaviota…