El reality Gran Hermano comenzó su cuenta regresiva hacia la gran final, que se celebrará este lunes 27 de marzo, y se revelará quién será el gran ganador. El título se lo disputan Julieta Poggio, Marcos Ginocchio y Nacho Castañares, quienes recrearon una falsa boda en la que todos los exparticipantes dijeron presente.

“Esta noche estamos de fiesta”, anunció el conductor Santiago Del Moro e invitó a los exparticipantes a que entren a la casa por última vez. Todos vestidos de fiesta, fueron entrando de a uno a la última celebración.

Si bien ya estaban adentro los primeros tres eliminados, Tomás Holder, Martina Stewart Usher y Mora Jabornisky, los finalistas no se esperaban la sorpresa de volver a ver al resto de sus compañeros.

De a uno, cada exhermanito fue atravesando la puerta de la famosa casa para abrazar a los chicos, reencontrarse con todo el grupo y desearse buenos augurios en este tramo final.

En esta falsa boda decidieron que Tomás Holder oficiara de cura y Walter “Alfa” Santiago no pudo evitar quebrar en llanto al ver a Julieta, a quien él considera como una hija, lookeada con un impresionante vestido de novia, el cual lució después de que la ayudaran sus amigas, Romina Uhrig y Daniela Celis.

Cuando el conductor entró a la casa para verlos por la pantalla del televisor del living, les pidió que se reunieran en el clásico sillón. Y así le avisó a Julieta que se asomara a la puerta. La joven de Villa Devoto corrió ante la entrada de la primera exparticipante, que fue Lucila, alias la Tora. La siguieron Cata y Alfa. Después, Camila y Romina, Daniela, Juliana, Maxi, Alexis, Coti, Juan, Ariel, Agustín y Thiago.

Una vez que finalizó la fiesta, los tres jóvenes finalistas se quedaron solos hasta la final del próximo lunes.

Fuente: El Sol