Después de más de tres horas de transmisión, llegó el gran momento: la estatuilla a mejor película de la entrega de los premios Oscar número 91. La ganadora en el esperado rubro resultó ser Green Book, la historia protagonizada por Viggo Mortensen y Mahershalla Ali -quien se consagró como mejor actor de reparto- e inspirada en la vida de Don Shirley.

 

El film, que también se llevó el Oscar a mejor guion original, sobre el final de la ceremonia se alzó con el último y tan ansiado galardón. "Esta es una historia de amor de unos a otros, a pesar de las diferencias. No tendríamos película sin Viggo. Todo esto se lo debemos a él", concluyó el director Peter Farrelly.

 

Además de Green Book, Roma fue el film que le siguió en reconocimientos: se llevó los premios a mejor fotografía, dirección y película extranjera. Alfonso Cuarón se mostró muy emocionado con el logro de su film, que tiene la peculiaridad de haber sido estrenado por la plataforma de streaming Netflix y que, tras llegar a las salas en Estados Unidos, fue incluida en la lista de nominados.

 

"Las películas nominadas de esta noche demuestran que todos somos parte del mismo océano", dijo el realizador a la hora de los agradecimientos. Cuarón, además, se convirtió en el primer director en ser reconocido por su labor en la fotografía de su propio film, que fue hecho en un solo fotograma y en blanco y negro.

 

Otra de las grandes ganadores de esta edición fue Bohemian Rhapsody, que se llevó cuatro estatuillas: tres en rubros técnicos (edición, edición de sonido y mezcla de sonido) y una en una de las categorías principales (Rami Malek, que fue elegido como mejor actor).