Esta noche Jairo estará en San Juan, en el escenario del Auditorio Juan Victoria, para reencontrarse con el público en uno de los cuatro conciertos en la región. Tras el encierro de la pandemia y la pena por la pérdida de su amada esposa Teresa, Jairo se propuso salir de gira para celebrar sus cinco décadas de trayectoria que se cumplieron en 2020, justo antes que el coronavirus irrumpiera en Argentina, permitiéndole solamente participar de un concierto en el Teatro Colón en el marco del ciclo Únicos. En ese momento estaba grabando el primer volumen de su disco "Cincuenta años de música" con importantes figuras invitadas como Abel Pintos, León Gieco, Víctor Heredia, Eruca Sativa, entre otros, con las que reversiona sus grandes clásicos, un álbum que lanzó el mes pasado producido por Lito Vitale y donde canta por primera vez junto a sus tres hijos. Además, acaba de ser distinguido en el Congreso de la Nación con la Mención de Honor "Juan Bautista Alberdi" otorgada por la Cámara de Diputados en reconocimiento de su trayectoria y aporte a la cultura nacional. La distinción caló hondo en los sentimientos del artista. "Es un halago extraordinario, un honor, porque va por otro carril, no es el tipo de halago de "qué lindo que canta", o la gente que aplaude; sino que es gente que está en otra cosa y de repente decide que uno ha merecido tal cosa porque ha tenido la carrera que ha tenido; es muy fuerte, muy importante y tiene una connotación mayor en el entorno familiar, es un motivo de orgullo, pienso en mis nietitos, que dirán "uy cierto el abuelo cantaba y le dieron tal o cual cosa. Me llena de orgullo" contó a DIARIO DE CUYO el artista, que se mostró emocionado con su regreso a los escenarios, feliz por compartir con colegas su álbum celebración y en medio de una etapa personal profundamente diferente. 

-¿Le resultó difícil armar el repertorio con tantos discos en su carrera? 

-Es bastante complicado… se va acumulando repertorio con el paso del tiempo, pero como se trata de celebrar concretamente 50 años, uno va a lo esencial, a las canciones que por alguna u otra razón han tenido peso específico dentro de la carrera, para que esa carrera tuviera su envión y continuara como lo ha hecho, durante tantos años, de manera tan fluida. Así que el repertorio aborda distintas épocas y de acuerdo a los estilos y la temática de la canciones.

-¿En 50 años cambia su sensación a la hora de encontrarse con el público?

-Sí, por supuesto, es como en todas las relaciones; uno va ganando confianza y creo que del otro lado, el público también tiene más confianza. Somos un poco más conocidos, no nos miramos tratando de adivinar por dónde voy a caminar o qué voy a hacer: No, en 50 años ellos ya saben cómo canto y yo sé lo que les gusta; la relación con el público ha madurado a través de los años y eso se tiene que notar, tiene un peso muy importante para armar repertorio y para salir a cantar al escenario también; permite gran seguridad. 

-O sea que no apuesta a la sorpresa sino al reencuentro.

-Sí, pasa por ahí, sobretodo conmigo, es la relación que tengo con la gente. La sorpresa puede estar en la propia actuación, siempre digo que la música es algo muy virtuoso y puede llegar a trasladar a quien está en la platea y al propio intérprete y creo que es eso lo que tiene que darse, esa comunión extraordinaria y ahora con más razón. Yo estoy absolutamente motivado. Hace tiempo que no estaba tan motivado para actuar en vivo como lo estoy en este momento. 

– Ha grabado con muchos artistas, de distintas generaciones ¿Con quién disfrutó más?

-Con todos, porque todos aportaron lo suyo, es lo bueno de trabajar con gente avezada, gente que sabe lo que quiere y le dan su propia impronta a la cosa. Se trata de una versión personal, con lo que a uno le puede inspirar tal o cual canción. A algunos de ellos las canciones lo tocaban muy de cerca: a Luciano Pereyra "El caballo loco", porque es la canción preferida de su mamá, a Nahuel Pennisi porque cantaba "Volver a vivir" en la calle cuando era adolescente.

-¿Le sorprendió esa influencia en los colegas?

-Yo no me daba mucha cuenta del asunto, sobre todo en los colegas, recién me di cuenta cuando sucedió esto, vi la predisposición, el afecto, se manifestaban en el estudio cuando venían a grabar… me hablaban sobre la relación que tenían conmigo y la canción, Abel Pintos me decía que cuando era adolescente sus padres escuchaban mis canciones, y sí hay una cuestión generacional que entra en juego. No tanto con Víctor o León que son de mi generación, con ellos me divertí mucho, estuvimos todo el día para grabar, recordando anécdotas.

-¿Siempre se sintió bien reconocido en la Argentina?

-Sí, siempre. Hubo que trabajar mucho cuando decidí volver a la Argentina, no era empezar de cero, pero sí hacer un trabajo profundo, era un medio distinto, venía de trabajar en Francia y una cosa es recibir noticias, como ecos, de lo que está haciendo un compatriota en otra parte y otra cosa es lo que ese compatriota hace en su propio país. Tenía mucho por hacer, afortunadamente me recibieron con los brazos abiertos el medio artístico argentino, los medios también, siempre han tenido una generosidad importante conmigo, eso ayuda mucho, no es lo mismo que venir y predicar en el desierto. 

-Compartió con figuras como Ferrer, Piazzolla, Yupanqui… ¿Qué siente que le aportaron?

-Recuerdo muchas cosas con todos, todos me aportaron muchísimo, yo era el más chico de todo ese grupo, creo que ahí radica todo, yo tenía mucho éxito y ellos me miraban como el más chico y me cuidaban, me orientaban, casi me aconsejaban en muchos casos. Yupanqui un día me invitó a ver un documental de Gardel que iban a pasar en un lugar en París; veía los gestos de Gardel y me los señalaba, como diciendo "¿ves?" me decía como marcando lo que no había que hacer o lo que sí, yo tomaba eso como auténticos consejos orientadores, viniendo de quien venían, tenían mucha importancia para mí. 

-La pandemia fue un momento complicado para usted…

-Lo pasé muy mal sinceramente, en el momento más álgido tuve que vivir una situación personal muy difícil, complicada, tengo un recuerdo muy oscuro de la pandemia. Han sido casi dos años de sufrimiento, o de algo parecido al sufrimiento que tuvo su momento culminante con la muerte de mi esposa. 

-Debe ser difícil celebrar extrañándola.

-Sí, ya estamos un poco adaptados hemos tenido que modificar nuestra vida, porque la casa es grande y hemos tenido esta desgracia y otra desgracia después, casi dos meses después, el fallecimiento de Agustina, la ex ujer de Yaco y los chicos se quedaron solos, mis nietos mayores se vinieron a vivir conmigo, con el papá también, viven en casa. Eso me ha dado mucha vida, porque si hubiera tenido que quedarme solo en esta casa se me hubieran venido las paredes encima, seguro. 

 -Sin embargo, ahora se lo nota con energía. 

-Yo estoy muy feliz de hacer este tipo de gira, de lo que conseguí, ponerme en pie y salir a recorrer el país es maravilloso… y poder hacerlo 50 años después. 

EL DATO
Jairo. Hoy a las 21,30 hs en Auditorio Juan Victoria. Concierto 50 años de música. Entrada: $1.500, en boletería y masticket; entradas del 16/12/21 mantienen validez.