Antiguamente, las leyendas y los mitos de héroes populares, príncipes y deidades sagradas eran contadas en coloridos espectáculos como principal entretenimiento en las fiestas de la corte de los Maharajás de Jaipur. Una de esas tantas atracciones eran las protagonizadas por los Kathputli, marionetas dirigidas por dos largos hilos, sin ningún mando. Estos hilos eran lo único que conectaba al títere con las manos del titiritero. Cuando los personajes se ponían a bailar al compás de la música, un viaje de aventuras entre lo terrenal y lo divino daba comienzo, generando todo un acontecimiento para los espectadores reales. Esta tradición continúa viva en Laipur, provincia de Rajasthan, en el norte de India y es de donde proviene Prakash Bhatt. Él es director de la Compañía de Títeres Anarkelis, que gira por occidente transmitiendo e intercambiando experiencias llevando la sabiduría de este arte milenario: las marionetas con hilos. Gracias a contactos entre colegas titiriteros de México y de Neuquén, Prakash fue invitado por David Gardiol para ofrecer su show en el Espacio Títeres en Serio, donde hoy dará la segunda función para chicos y adultos.


Prakash pertenece a una casta familiar de marionetistas de más de 20 generaciones que viven en Jaipur y que cultiva la tradición con respeto y desde un lugar sagrado. "En mi familia tallamos la madera a mano para crear nuestros títeres o marionetas. Esto lo viene haciendo mi padre, mi abuelo y el tatarabuelo de mi tatarabuelo. Pintamos los rostros y cosemos los vestidos de manera muy artesanal", dijo el artista itinerante en diálogo con DIARIO DE CUYO.

Vestido con prendas, turbante y llamativos mocasines, transmite paz cuando habla. Incluso, con mucho cuidado toma sus marionetas -casi un ritual- los sostiene desde los hilos y mágicamente les da vida.


Con un manejo fluido del inglés, contó que se siente "muy agradecido" de estar en esta tierra. "Me siento como en casa en Argentina. Me encanta cómo se hacen títeres aquí, hay muchos colegas que me asombran por lo que hacen, eso me anima a participar en los intercambios", expresó. Bhatt contó que no existen diferencias sustanciales en el arte titiritero de lo que se hace en oriente, respecto de occidente. "Son muy parecidos. Hace tres mil años que se practica el arte del títere y lo que veo es que hay nuevas formas y nuevas tecnologías, que voy descubriendo. Me hace sentir bien, porque compartimos el mismo sentimiento por los títeres", expresó Prakash. 


Su propuesta consiste en un espectáculo no verbal y abiertamente familiar. Niños y adultos pueden disfrutar y contagiarse con la energía que emiten sus personajes. En las figuras y rostros de madera, son reflejados el dios Krishna y Shak Ti, entre otras deidades de la religión hindú; hay también peleadores de espadas, un jinete o el elefante que representa a otro dios llamado Ganesha. Además toca musica en vivo con el armonio, la tabla y la flauta, sus instrumentos habituales. "El alma de los personajes tiene mucha energía... los hace mover, bailar y la gente se siente atraída por esa energía, que les genera libertad y mucha felicidad. Yo invito a que el público abra su corazón", explicó. Para él, el arte, la danza y los títeres, "son muy importantes. En Rajastán, el pueblo le da mucho valor. Nuestras familias guardan y tienen en la casa al menos una marioneta porque nos da protección contra energías malignas y enfermedades, son algo sagrado para nosotros". 


Entre sus viajes y cruces culturales de un continente a otro, contó que no se siente extraño entre pueblos: "No me siento discriminado, yo estoy cómodo aquí y allá, porque cuando convivo con titiriteros, me siento como en casa. Todos somos como una gran familia. En mis viajes aprendo y disfruto de otras culturas y observo cómo se hacen marionetas con nuevos mecanismos para articularlos y que sean más movibles, técnicas nuevas, pero también, es muy importante lo que viven los chicos en los teatros".


DATO

  • Anarkelis. Marionetas de hilo tradicionales de India, por Pakrash Bhatth. Hoy a las 18 hs. Epacio Títeres en Serio (Juan B. Justo 335 sur, Rivadavia). Entrada $150. Reservas: 2646713255.